El psicoanálisis sigue
siendo un instrumento valioso para entender la naturaleza humana. La
neurociencia y el conductismo pretenden negarle cualquier importancia,
pareciera que un prozac suele ser más efectivo
que entender nuestras disfunciones y negaciones desde lo que nos ha pasado en la
vida, a partir del revelamiento de los miedos, negaciones y emociones con lo
que hemos construido eso que llamamos personalidad, que no es otra cosa que el
piloto automático con que manejamos la vida. “El modelo de ciencia que la
psicología académica ha adoptado y se atiene casi exclusivamente a criterios
empírico-experimentales. Desde este bastión se ha tratado de derruir el saber
psicoanalítico, arrojándolo a la cárcel de las pseudociencias o de los mitos”[1].
Con el descubrimiento del inconsciente,
aporte invaluable, se demostró que el hombre no es siempre dueño de sus
pensamientos, de ciertos actos y pulsiones, Lacan lo expresa con más lucidez: “
Pero si la verdad del sujeto, aun cuando se halla en la posición de amo, no
está en lo mismo, como lo demuestra el análisis, en un objeto por naturaleza
velado, hacer surgir ese objeto es, propiamente, el elemento del cómico puro”. Estanislao Zuleta un gran pensado Colombiano,
quien dicto unas conferencias muy lúcidas sobe el psicoanálisis escribió: “En
psicoanálisis dependemos mucho de las posiciones, las dificultades y de los errores de Freud”. De hecho la discusión se refiere al estatuto
científico, “al estudio de hechos de carácter objetivo y propiciar explicaciones
de tipo causalista, o, al menos, funcionalista, basadas en presuntas leyes
reguladoras de carácter general”. Expresa Zuleta al respecto: “No quiero decir
con esto, que no haya allí el acontecimiento mayor del pensamiento humano, en
el último siglo, sino que su forma de desarrollo no ha llegado ni probablemente vaya a
llegar-algunos dicen que tampoco se propone-a una formulación propiamente
cinetífica, en el sentido que le damos en el caso de la Química o la físicia”[2]. Aclara en todo caso: “ Este tipo de doctrinas
, como casi todas las ciencias que tienen por objeto al hombre, las relaciones
humanas, la psicología ( En el caso del psiquismo y la conducta) tienen el
problema que las resistencia par acceder
a esta clase de saber, son muy diferentes a las que se pueden producir, por
ejemplo, para estudiar geometría, porque
para ello se pone en cuestión precisamente todo lo que uno creía”. Ciencia
entonces que sólo se puede aprender con el sufrimiento. E l aprendizaje del psicoanálisis no es
independiente de un proceso en que uno se pone en cuestión.
Pero la discusión con
la ciencia no se resuelve, tal vez nunca satisfaga al positivismo exacerbado. Ciencia
positiva-versus psicoanálisis. “En cuanto a las reformulaciones empiristas, la
gran falla de sus defensores fue el dejar al psicoanálisis sin su alma, sin su
esencia, pues tales propuestas derruían totalmente el soporte metapsicológico,
su núcleo fundamental. A partir de la década de los sesenta del pasado siglo,
sin embargo, se ha venido intentando una nueva forma de justificar el
psicoanálisis, encuadrándolo dentro de las denominadas ciencias histórico-
hermenéuticas, lo que ha permitido recuperar sus principales señas de identidad.
Pero para que ello sea posible es preciso abandonar una serie de apriorismos, como
el de concebir la realidad, campo de estudio de toda ciencia, como un conjunto
exclusivamente formado por hechos objetivos u objetivables, incluyendo en tal
realidad lo subjetivo, de imposible objetivación a través de los métodos
científicos habituales”[3].
Aun así hay algo contundente, el psicoanálisis sigue siendo un método, una
terapia y un instrumento excepcional para entender la naturaleza humana en sus
más profundas contradicciones, en ese mundo intrincado de la subjetividad que
no logramos dilucidar a cabalidad. El
determinismo, el sentido, la lengua, los actos, comienzan a ser derroteros con
los cuales nos iremos entendiendo mejor después de Freud, de hecho el convirtió
estos términos en verdaderos paradigmas. El cine para mi es quien mejor ha ejemplificado
los aportes del psicoanálisis como instrumento de comprensión de la naturaleza
humana, de su psiquis. Miremos apenas
uno de sus aciertos. En el sueño somos espectadores y no amos, al
descubrir que los sueños son lenguaje,
el lenguaje es anterior a la comunicación; el sueño no se sueña para contarlo,
ni se rige por las leyes del lenguaje, aunque a través el mismo llegamos a lo
esencial, aquello que se nos oculta. Esto quiere decir que los procesos de
interpretación de la conducta humana desde el psicoanálisis constituyen una
verdadera revolución, que tampoco ha podido refutarse. Las micropatologias estudiadas en “Psicopatologia
de la vida cotidiana” constituyen un aporte de suma importancia para la
psiquis, estos son el conjunto de acontecimientos que parecen inexplicables
pero que guardan algún sentido, están ahí por alguna razón, los olvidos, para
hablar solo de un tópico. El determinismo significa que nada en la vida resulta
espontaneo, libre, más bien corresponde a razones que no siempre conocemos.
Basta ver ahora todos
los cambios que como un tsunami le llegan al hombre contemporáneo, desde la aceptación y comprensión de
conductas que antes eran reprimidas y no comprendidas, como el homosexualismo,
la posición y el nuevo rol de la mujer en la sociedad contemporánea, la
sexualidad con todas sus variantes, la expresión humana en toda su dimensión, hechos
que aun no están totalmente asimilados y que generan tensiones que son difíciles
de comprender, dilucidar e interpretar desde la perspectiva de la subjetividad
humana. Creo que nunca antes se hace necesario tanto del psicoanálisis. La discusión tal vez sea interminable, pero
ahí está para expertos y profanos como el suscrito
[1] EL PSICOANÁLISIS ¿QUÉ TIPO DE CIENCIA ES?. Antonio
Sánchez-Barranco Ruiz, Pablo Sánchez-Barranco Vallejo, Fernando Sánchez-
Barranco Vallejo
[2]
Estanislao Zuleta. El pensamiento psicoanalisitico. Hombre nuevo Editores.
[3]
[3] EL PSICOANÁLISIS ¿QUÉ TIPO DE CIENCIA ES?. Antonio
Sánchez-Barranco Ruiz, Pablo Sánchez-Barranco Vallejo, Fernando Sánchez-
Barranco Vallejo