ECONOMIA Y ELECCIONES PRESIDENCIALES EN LOS ESTADOS UNIDOS
La economía americana se encuentra en el peor momento de los últimos diez años, gracias a una recesión general marcada por la crisis hipotecaria, que ha golpeado de la peor manera a la clase media. No es una crisis coyuntural, ni el resultado de las erradas políticas económicas de la actual administración (Que son muchas), va mucho más allá y es posible pensar que hay algunas deficiencias sistémicas fundamentales, que no solo tienen que ver con el hueco inmenso que produce el gasto excesivo de la guerra con Irak, sino a factores esenciales del modelo implementado, que ya hizo metástasis. Héctor Mondragon, en un articulo de hace seis años, frente a la crisis de 1998, decía con absoluta claridad, cosas que paradójicamente se ajustan perfectamente a lo que esta sucediendo: “Se cuestionan los razonamientos económicos neoliberales y su metodología de análisis, pero además se cuestionan las bases teóricas del neoliberalismo, su concepción de la economía como si fuera una ciencia natural del siglo XIX y no una ciencia social. Se cuestiona el formalismo lógico y se pide estudiar la economía considerando la "reflexividad", la interacción de los fenómenos económicos y las decisiones políticas y la dialéctica de la realidad”. Los grandes flujos especulativos de capital no pueden mantener las libertades excesivas, para rotar en las bolsas a su antojo, con los nefastos efectos en las economías locales, tampoco los países ricos, podrán seguir hablando de apertura cuando sus economías mantienen subsidios pecaminosos. Existen decisiones que se ven venir, no importa quien gane las elecciones en los Estados Unidos. Abra una ola de proteccionismo, se le cerraran las puertas a ciertos productos y algunos países se les aumentaran los controles, como en el caso de la China y algunas economías latinoamericanas. Los trabajadores americanos están exigiendo políticas para la clase trabajadora americana y no para el mundo, menos acuerdos bilaterales y la vuelta a políticas paternalistas, abolidas por la economía de mercado. Obama, propone impulsar el crecimiento a través del gasto público, pero como se enfrenta a un déficit fiscal severo, espera reducir las exenciones tributarias y conceder menos rebajas de impuestos que los gobiernos republicanos. De igual manera sostiene que "la globalización, la tecnología y la automatización han debilitado la posición de los trabajadores", y concluye que se requiere que el Gobierno garantice una distribución más equitativa. El candidato John McCain, siendo más neoliberal, muy acorde con las políticas pro-globalización y anti regulatorias, modificará muchas políticas del evangelio hasta ahora implementado y también cerrará la economía americana manteniendo los subsidios de todo orden. Cuando los dirigentes asumirán que la economía es una ciencia social, parece que llego el momento y para el próximo periodo presidencial, se legislará pensando en los americanos (siempre ha sido así, pero ahora será más vehemente) y no a las políticas globales. No es bueno por ello el panorama para Latinoamérica y aun queda por verse como saldrán los Estados Unidos de esta crisis. El caso de España al respecto es una buena muestra de cómo un país niega todos los presupuestos y atiende una de las peores crisis económicas de manera tardía y poco prevenida. Esto nos puede suceder a los latinos. La economía americana cada vez será más cerrada y es preciso preparase para estos momentos, pues aun nuestro grado de dependencia con este mercado es muy grande. Amanecerá y veremos