Dos libros: “Entrevista
con la historia” de Oriana Fallecí” y “Lideres de Richard Nixon” son una muestra
de lo que representaron ciertos líderes para el mundo en el siglo XX. La
primera, en un acto de osadía que duró veinticinco años, la famosa periodista italiana, entrevistó a todos los
líderes de importancia del momento (1960-1980), su persistencia fue
emblemática, en este lapso de tiempo, de muchos hechos: La guerra fría, la guerra
de Corea, la guerra de Vietnam en toda su efervescencia, la revolución de cuba,
la tensión de los misiles en el caribe, la muerte de Kennedy, se dio a la tarea de hablar con la mayoría de lideres contemporáneos suyos.
La autora en
el prólogo expresa: “Este libro no quiere ser más lo que es: Es decir, un
testimonio directo sobre veintiséis políticos de la historia contemporánea. No
quiere prometer más de lo que promete ser: Es decir, un documento a caballo
sobre el periodismo y la historia”. Se preguntaba con simpleza, pero con
hondura, sí, ¿la historia está hecha por unos pocos o por muchos?, ¿depende de
mil leyes universales o de pocos individuos?
El dilema no
es nuevo y frente a muchos acontecimientos, es evidente que ciertos personajes
han catalizado e impulsado hechos que terminaron por producir grandes cambios
en la historia, guerras, desplazamientos, cambios de poder. Oriana en el prólogo
alude: Pero el que no se engaña respecto a la absurda tragedia de la vida,
acaba por seguir a Pascal cuando dice que, si la nariz de cleopatra hubiese
sido más corta, había cambiado la faz de la tierra; acaba de temer lo que dijo
Bertrand Rusell, cuando escribe:” No te preocupes. Lo que sucede en el mundo no
depende de ti. Depende del señor Kruschev, del señor Mao Tse-tun, del señor
Foster Dulles. Si ellos dicen "morid", moriremos. Si dicen, vivid"
viviremos”.
La autora
partía de las condiciones excepcionales de estos personajes, por estar en el lugar
indicado en el momento preciso, por las decisiones que tomaron y por el vuelco
que le dieron a la historia. Traigo a colación este texto pensando en los líderes
de hoy de tan bajo perfil. Por ello, pensé en ese otro texto lúcido, sobre
algunos líderes del siglo XX, escrito por Richard Nixon.
En el capítulo
inicial llamado: “Hombres que dejaron huella, afirma: “Los pasos de los grandes
líderes son truenos que hacen retumbar la historia”. A Nixon le encantaba
analizar la personalidad de los grandes líderes del mundo. El como nadie, desde
el poder, los conoció a casi todos, por su puesto hablo del siglo XX. Al que
más admiró fue Winston Churchill.
Traigo a colación
estos dos textos para decir que en este momento o peor, desde hace tiempo el
mundo no ha vista ese gran líder. No hay cabezas visibles que nos ayuden con la
gran crisis que vive la humanidad, que es de otro talante, muy diferente a todo
lo que hemos vivido. Ni siquiera su desciframiento es fácil.
No podemos
decir que se ha revivido la guerra fría, porque es otro el momento, con
diferentes contra-pesos, en medio de una economía global, que no tiene actores
dominantes, más que el mercado y la tecnología y que incluso está sometido a
actores privados, grandes monopolios, que en ocasiones parecen decidir más que
los gobiernos o los organismos multilaterales.
Latinoamérica
hace mucho tiempo no tiene un líder de la talla de Alberto Lleras. Cada
presidente sale de su gobierno, hablo de los últimos 25 años, con graves escándalos
por corrupción. Son muy pocas las excepciones.
Este vacío
habla por sí solo de la crisis mundial. Hay dos presidentes de los Estados Unidos, que
darán mucho que hablar: Bill Clinton y Barack Obama.