EL INTERCAMBIO HUMANITARIO EN COLOMBIA


El video y la carta de Ingrid Betancourt retratan en toda su dimensión la inconmensurable tragedia vivida por los secuestrados. Ninguna descripción puede dimensionar el sufrimiento de los retenidos violentamente en la selva, el acto inhumano y cruel de una guerrilla anacrónica y la terquedad de unos interlocutores, que se pierden entre los vericuetos de posiciones radicales y ampollas ancestrales, que no permiten que se de una salida real para las victimas. No se nos puede olvidar en primera instancia que la Farc, constituyen las únicas culpables de tan flagrante delito y acto de lesa humanidad. Es evidente que el país tiene un conflicto interno atípico, con más de cincuenta años de violencia, anidado por las luchas intestinas y mezquinas de los partidos tradicionales, injusticia social, corrupción, soportado ahora en el peor negocio del mundo, como es el narcotráfico y con una guerrilla que hace mucho tiempo perdió el norte y resulta de plano anacrónica y extraña en medio de la globalización y la revolución de las TIC en el mundo. Otra es la revolución que esperan los países latinoamericanos, el Polo en Colombia ha demostrado la viabilidad de los canales democráticos y solo esperamos que los lideres de transición de la guerrilla entiendan los tiempos actuales y se acomoden a los canales democráticos mediante acuerdos que el país recibiría con beneplácito. La experiencia de Irlanda, de El Salvador, de Sudáfrica, de Nicaragua son ejemplos alentadores que nos permiten tener esperanzas para sembrar la semilla de una gran conciliación nacional. El intercambio humanitario indudablemente sería un excelente comienzo y aunque la mediación del presidente Chávez puso muy alto las calidades del mediador, debe nombrarse inmediatamente uno de igual importancia y con la capacidad de agilizar el acuerdo. Así como con absoluta claridad establecemos a la Farc, como la única culpable del flagelo, está claro que es el gobierno quien tiene el sartén en la mano para volver a iniciar el proceso de intercambio. Lo primero nombrar el mediador con el lleno de los atributos y las facultades para hacerlo viable. Amanecerá y veremos