Sobra decir que esta es una interpretación personal, pero corresponde a lo sucedido en el mundo y en Colombia y sus repercusiones en el presente y en el futuro a medio plazo. Hay dos guerras, la de Ucrania, la invasión Rusa que lleva más de un año, llamada por la potencia la recuperación de un territorio y por los Ucranianos, el intento de usurpación más oprobioso de los últimos años. En el último semestre, la guerra en la región de Gaza, pleno corazón del medio Oriente, por un ataque intempestivo de Hamas contra civiles Israelitas, que dejó muchas victimas inocentes y la reacción desmedida y cruel del estado de Israel, que observa el mundo y principalmente las potencias occidentales con alguna complicidad y total falta de crítica, con más de 15.000 palestinos muertos. Estas dos guerra han mostrado la impotencia y falta de injerencia real del mundo frente a conflictos regionales y que inevitablemente tienen mucha repercusión geopolítica en el orbe.
El otro hecho contundente es la crisis de la democracia en el mundo por su incapacidad para asumir con entereza los grandes retos y riesgos que la asedian, Crisis económica con mucha incertidumbre y política que, incluso en muchos paises ha puesto a temblar los presupuestos básicos que la soportan desde la perspectiva constitucional. Tanto en los Estados Unidos, las muestras son evidentes; en Europa igual, España y Francia son ejemplo de ello, como en África y Latinoamérica, Salvador, Perú, Argentina, para solo citar algunos.
En lo económico el panorama no es mejor. El mundo no sale de la crisis y recesión que lo asedia a pesar de muchas noticias alentadoras. En este tópico y hablo desde la posición del ciudadano comun, la incertidumbre es total y el desequilibrio entre lo que ganan y lo que deben pagar es cada vez más apretado. Está claro que las baterías de los gobiernos y sus lideres y consejeros se han preparado para superar los índices principales en este ámbito, productividad, bienestar, igualdad y desarrollo.
Aparecen entonces los personajes. Donal Trump y Bayden en los Estados Unidos, Netanyahu en Israel, Camerún en Inglaterra, Milei en Argentina, Boris en Chile, Maduro en Venezuela, Petro en Colombia, Bukele en Salvador, Sanches y Támanes en España para solo citar algunos. En lo económico los personajes siguen siendo el FMI, el Banco mundial, Davos y los gurúes de siempre que no aciertan a descifrar la situación.
El otro fenómeno de suma importancia es la inteligencia artificial, conocida como IA, la consolidación de CHAGPT, la controversia suscitada por Altman, uno de sus desarrolladores y el aporte indiscutible en todos los ámbitos científicos y sociales. El tema es para tener en cuenta en cualquier cosa que hagamos y planeemos hacia el futuro.
El otro personaje para mi son los radicalismos tan impostados en todo lo que hagamos y sobre todo en el espectro político. Este es el punto más delicado que tendrá el mundo en el próximo año. De la actitud y la capacidad de sindéresis dependen muchas decisiones propias que en el futuro nos afectaran, no solo en materia de elecciones, posiciones políticas o económicas, sino en la en las cosas pequeñas de la vida, el radicalismo es un virus nefasto que afecta nuestra capacidad de juicio.
Colombia vive un momento político muy delicado, con un presidente que propugna el cambio total pero con poca capacidad de concertación y parece no escuchar a nadie, no desconozco sus buenas intenciones pero en una democracia es importante manejar las decisiones en conversación con los afectados: Trabajadores, victimas, gremios, militares y grupos al margen de la ley, para no hablar de un grueso vital de consumidores sin quien los representen.
Dedicaré otra columna a mi país y a lo que pasa en materia cultural en el mundo.
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