Hace 17 días
me levante y como es habitual, tomé un libro, capte de súbito que no comprendía
nada de lo que leía, lo intente de nuevo y el resultado fue el mismo, la mente
en blanco. La lectura para mí, es un ejercicio vital, de ella dependen mis actividades
profesionales, el sostenimiento, es la medula espinal de todo lo que hago en la
vida, sin ella no hay nada. No hay articulo por ahora, aunque puedo con los
recursos lingüísticos y algunas referencias que me quedan, defenderme, pues al
llamado de alguna palabra o tema, aún soy capaz de dar respuestas con alguna
coherencia, curiosamente las palabras van saliendo en la formación de
enunciados a temas puntuales, como del sombrero de un mago, no sé cómo se da
este proceso.
Recordé la anécdota
de Borges quien iba leyendo en un tren y de pronto ya no veía, quedó ciego,
desde ese día dependió de sus lectores. Yo dependo de cierta recuperación
neuronal, que es muy lenta. Miro mis libros y siento impotencia, la paciencia y
la constancia en ciertos ejercicios constituye el recurso que me permitirá con
el tiempo estar de nuevo en mis cabales, en el pleno de mi capacidad.
Cuando leo,
la comprensión no es la misma, pero siento cierto progreso. La información está
archivada supongo. Esta es una especie de muerte, con la ayuda de la divina
providencia, espero ir leyendo, hasta ser el mismo. Espero sepan comprenderme.
Simplemente estoy leyendo poesía y textos poco pesados. Espero mis lectores
comprendan. Tal vez, entienda lo que leo, pero no pueda explicarlo, llevarlo al
plano lingüístico.
1 comentario:
Yo te entiendo esa actitud. Sigue adelante, que un día la recuperarás.
Con afecto y cariño,
Elkin de canticoprimaveral
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