Escribí en
este blog dos artículos sobre la biografía de Álvaro Gómez Hurtado de Juan Esteban
Constain. Es una investigación rigurosa, bien hilvanada, responsable y exhaustiva, una excelente prosa y escrito desde la visión y la óptica
del partido conservador, de su familia y amigos, consideraciones que están por encima del INRI con que siempre se asumió cualquier acto, declaración de
este líder del partido conservador vilmente asesinado y de una importancia total para el país.
Ahora Carlo
Antonio Lozada, senador de la república y ex militante de la FARC gracias a los
acuerdos de la Habana, confesó hace dos semanas que el doctor Álvaro Gómez Hurtado fue asesinado
por la FARC, básicamente por él quien dirigía las células urbanas y se
responsabiliza de cinco asesinatos más, todos líderes de suma importancia,
declaración que despertó todo un tsunami de opiniones, salieron a la
palestra personajes involucrados en investigaciones con más de 22 años, a los que se les
comprometía constantemente en estos hechos, ejemplo, Ernesto Samper y Horacio Serpa, la familia, el partido conservador y por supuesto el partido de gobierno y el "Centro democrático" acusaban al ex presidente y su ministro de gobierno. Nadie,
absolutamente nadie, vislumbraba esta posibilidad, con la excepción de la exsenadora
Piedad Córdoba y un documento presentado por José Obdulio hace unos años. Rodrigo
Londoño, conocido con el alias de 'Timochenko' en su vida como guerrillero,
reconoció, inicialmente, en una carta enviada a la Jurisdicción Especial para
la Paz (JEP) que ese grupo guerrillero había ordenado la muerte de Gómez
Hurtado. La JEP anunció el fin de semana pasado que, a través de una carta,
representantes del antiguo secretariado de las FARC ofrecieron “aportar verdad,
esclarecer los hechos ocurridos y asumir tempranamente la responsabilidad” en
los homicidios de Gómez Hurtado, del general (r) Fernando Landazábal, del
activista de la paz Jesús Antonio Bejarano, el representante a la Cámara Pablo
Emilio Guarín y de los exguerrilleros José Fedor Rey y Hernando Pizarro
León-Gómez.
Esto quiere decir
que el poder de la FARC era más sólido de lo concebido y asumido por los
organismos de seguridad del estado y después de la bomba del club “El nogal”, en Bogotá, quedó claro que la
capacidad de penetración del grupo guerrillero era muy fuerte, el estado estaba
lejos de controlar al grupo guerrillero.
El líder guerrillero
no hizo otra cosa que contar una verdad de acuerdo a los protocolos
establecidos por los acuerdos de La Habana. En dichos acuerdos se privilegió el
derecho a las víctimas a conocer la verdad, exigir la reparación por encima de
la justicia. Los colombianos no hemos podido conocer quien perpetró la mayoría de
asesinatos de líderes de suma importancia del país, empezando por Luis Carlos Galán,
el candidato Pardo, Bernardo Jaramillo, Antequera, el comandante papito, Pizarro
y más de cinco mil líderes de la unión patriótica.
Dos cosas de
suma importancia surgen de la declaración del señor Timochenko. El antiguo DAS
y los actuales organismos de seguridad del estado siempre estuvieron
comprometidos y aliados en estos asesinatos. Todos los asesinatos comprometen
al antiguo DAS. Los organismos de seguridad, incluyendo a la fiscalía desviaron
las investigaciones.
Ahora, “está
también el episodio de la masacre de Mondoñedo, que, según Lozada, fue una de
las razones que explicarían el silencio del Estado durante 25 años. Diez meses
después del magnicidio, seis jóvenes milicianos de la Red Urbana Antonio Nariño
(Ruan) fueron capturados, torturados y asesinados por la policía. Este era el
núcleo terrorista de las Farc, comandado por Lozada en esa época, que habría
perpetrado el operativo. De esto se enteró la fuerza pública, pero lo ocultó
porque también habría tenido que reconocer la ejecución extrajudicial de los
jóvenes”[1].
Estamos lejos
de conocer la verdad en Colombia. Lo peor, nuestra historia encubre, oculta,
desvía, definitivamente nos han dicho muchas mentiras. Muchos políticos
salieron a pedir la renuncia del senador Losada. Se les olvido que este fue el
fundamento de los acuerdos, firmar la paz en procura de la verdad, restitución
y reparación de las víctimas. La familia del doctor Álvaro Gómez aún no acepta
esta verdad. No existe ninguna razón para que el senador Losada haya declarado
semejante información, sino es otra que contar la verdad. Quien se echa
semejante responsabilidad en un país acostumbrado a ajusticiar y asesinar. Está
descontado que es una declaración que cambia mucho la óptica que hasta ahora teníamos
del conflicto. El centro histórico de memoria creado por los acuerdos de la Habana
tiene muchas responsabilidades en materia de recuperar la memoria que nos
permita conocer el conflicto en toda la amplitud. Debemos asumir las consecuencias
de cada nueva verdad que rompa con tanta mentira creada por intereses
perversos. El editorial de hoy en el periódico "El espectador" empieza diciendo que la FARC está empezando a hablar, acaso eso no era lo que queríamos.
ADDENDA: Resulta inexplicable como la primera declaración de älvaro Uribe después de la obtención de la libertad, sea un llamado a la polarización yen contra del acuerdo de la Habana, realmente su partido, el "Centro democrático", en cabeza del presidente Duque, no ha podido gobernar sin el espejo retrovisor y menos sin la obligación que tiene, de respetar los acuerdos de la Habana y sus protocolos, que son ley de la república. En tanto, la muerte de líderes sociales en el sur del país, el Catatumbo y Córdoba no cesan. Es hora de gobernar con la voluntad política férrea para solucionar los problemas álgidos del país: La inequidad, el desempleo y el hambre de amplias poblaciones inermes que aún no reciben un apoyo certero de este gobierno, teniendo la forma de hacerlo, no lo ha hecho; para los grandes empresarios sí hubo esa voluntad política que le faltó con las clases pobres y medias del país. La responsabilidad es absoluta del presidente de la republica.
A propósito, hoy se cumplen 20 años (14/10/2020 ) de la Masacre de Macayepo, fue ejecutada el 14 de octubre del año 2000 por la organización armada ilegal de extrema derecha conocida como Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en el corregimiento Macayepo, jurisdicción del Carmen de Bolívar en el departamento de Bolívar al norte de Colombia, donde fueron asesinados 66 campesinos y cerca de 246 familias fueron desplazadas de su territorio. En el año 2010 la Corte Suprema de Justicia condenó al entonces senador Álvaro García Romero a una pena de 40 años de prisión por encontrarlo culpable de ser uno de los perpetradores de la masacre así como por desviar dineros públicos para financiar al grupo paramilitar autor del crimen.
[1] Revista semana de Colombia.
https://www.semana.com/nacion/articulo/los-misterios-del-magnicidio-de-alvaro-gomez-hurtado/202039/
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