La
Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) decidió no extraditar a Seuxis Paucias
Hernández Solarte, conocido como Jesús Santrich a los Estados Unidos, que lo
pedía por supuesta conspiración para enviar 10 toneladas de cocaína a ese país
luego del primero de diciembre de 2016, fecha en la que entró en vigencia el
acuerdo de paz. La decisión de los magistrados fue tomada por mayoría, en total la sala la constituían cinco
magistrados, la votación quedó así: tres a favor y dos salvamentos de voto, está respaldada en
derecho, con absoluto respeto de la ley, en ejercicio de plenas competencias nacidas de los acuerdos de la Habana que hacen parte del cuerpo constitucional,
articulo 19 transitorio, además
por la obcecada negativa del gobierno americano a enviar las pruebas necesarias para evaluar la temporalidad del delito, elementales para dilucidar sí se procedía a la extradición respectiva; además las presentadas no constituían
evidencias contundentes que justificarán tal decisión, videos inaudibles, montajes poco vinculantes. Esto en carta blanca para profanos, quiere decir que existieron irregularidades en la recolección de algunas pruebas y nunca llegaron las solicitadas al gobierno americano, aspectos que están sustentados en el fallo, las pruebas fueron obtenidas
de manera ilegal. Una de ellas realizadas por agentes de la DEA a través de
una trampa, fue hecha sin las autorizaciones prevista en la ley, obtenidas
mediante montajes, operación encubierta que fue autorizada por el fiscal, vicio imperdonable, pues siendo
agentes extranjeros, queda claro que este organismo no es el que ostenta la competencia para autorizarlas.
El fiscal Néstor
Humberto Martínez de inmediato renunció, su pronunciamiento no respetó la decisión de la JEP, órgano del sistema jurisdiccional de la misma
importancia que cualquiera de las cortes, su declaración resulta ser un irrespeto a una decisión de un tribunal, al final del comunicado en un acto incomprensible exhortó a la ciudadanía
a una cruzada para defender la institucionalidad, curiosamente la que él no
respeta, lo que es otra afrenta inexplicable y fuera de todo contexto.
El presidente Duque respetó el fallo y afirmó en su alucucion que en todo caso el caso de la extradición no está cerrado y que por lo tanto procede ahora apelar a través de la procuraduría. Varias lecturas generaron estos hechos. Para el uribismo y el centro democrático constituyen la peor crisis de la institucionalidad, un oprobio. Para los sectores de la oposición, el falló demostró la independencia de la JEP y del sistema jurisdiccional, acto que constituye por si mismo en un respaldo a los acuerdos de la Habana y al proceso de implementación de los mismos. Un sector importante de la prensa aduce que fue el pretexto perfecto del fiscal para salir como un héroe frente a los casos de corrupción en que está involucrado.
El presidente Duque respetó el fallo y afirmó en su alucucion que en todo caso el caso de la extradición no está cerrado y que por lo tanto procede ahora apelar a través de la procuraduría. Varias lecturas generaron estos hechos. Para el uribismo y el centro democrático constituyen la peor crisis de la institucionalidad, un oprobio. Para los sectores de la oposición, el falló demostró la independencia de la JEP y del sistema jurisdiccional, acto que constituye por si mismo en un respaldo a los acuerdos de la Habana y al proceso de implementación de los mismos. Un sector importante de la prensa aduce que fue el pretexto perfecto del fiscal para salir como un héroe frente a los casos de corrupción en que está involucrado.
No es cierto
que la JEP este socavando al sistema de justicia, pues sus competencias están perfectamente
estructuradas, ni menos cierto que atente contra el tratado de extradición, paso el fallo para que lo lean y en esta semana
publicaré una columna con sus apreciaciones más importantes, incluyendo el
salvamento de voto.
https://www.elheraldo.co/sites/default/files/files_archivo/2019/05/15/srt-ae-030-2019_0.pdf
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