Es un hecho, la migración
es: “La búsqueda de mejores condiciones de vida y de trabajo, el mercado
mundial del trabajo, las desigualdades económicas, sociales y demográficas
persistentes, las violaciones de los derechos humanos, los cambios ambientales
así como los conflictos y la violencia son impulsores de la misma”. La grave
situación de Venezuela donde las necesidades mínimas de un ser humano no es posible cubrirse, gracias a una dictadura corrupta, ineficaz, empotrada en el poder e impotente. Feudalizó el estado a favor de micro poderes que han llevado a la nación más rica de
Latinoamérica a la peor crisis de que se tenga historia, cada quien usufructúa su cuota sin importarle que pasa con los demás. Frente a esta realidad, los Colombianos tenemos una
responsabilidad muy grande con los nacionales de este país, quienes no ven otra
salida al hambre que la migración, sus hijos mueren de
hambre, no tienen salud y menos educación. Estamos frente a un estado
absolutamente fallido. Durante mucho tiempo, más de cinco millones de ciudadanos
Colombianos que buscaban mejores posibilidades emigraron a Venezuela,
trabajaron y ayudaron a la economía de Colombia y a sus familias con remesas por más de treinta años, muchas de ellas
están de vuelta, llegó la hora de cumplir con nuestra cuota de solidaridad.
El éxodo masivo se ha
incrementado en los dos últimos meses por efecto de la crisis alimentaria del
país vecino. Estamos lejos de ser un país rico, pero no es menos cierto que
debemos ayudar a nuestros hermanos.
Cuando digo hermanos no es un prurito, compartimos una historia desde la
conquista Española, la frontera más grande de la zona Andina y muchas familias
a lo largo del territorio están mezcladas desde hace mucho tiempo con una
suerte compartida. El comercio en la frontera ha sido siempre importante y de
hecho estas poblaciones se han entrelazado, con un ítem, siempre superando las circunstancias adversas,
han sabido capotear cada coyuntura.
El gobierno debe fortalecer
las estrategias para recibir este éxodo, solicitar ayuda internacional,
convocar a las naciones unidas y la OEA, la situación de los ciudadanos
Venezolanos llegó a un estado de absoluto abandono de parte del estado,
queramos o no, la emigración no parará.
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