El
componente petrolero en la geopolítica mundial, resulta ser de suma importancia para poder entender que está pasando en el entramado de intereses en el mundo actualmente, este afecta directamente a la
economía, incide en temas militares, es el soporte para la aplicación de
estrategias políticas encubiertas. La baja de los precios del
petróleo, el descubrimiento de nuevas tecnologías, tanto para la exploración,
como para la explotación, los efectos en los precios en productos de
consumo masivo y por lo tanto en el nivel de vida de los ciudadanos, la
incidencia que tiene en el mercado de valores, el hecho de haber afectado los ingresos de ciertas dictaduras incomodas
para occidente y por último el alto consumo de China son variables que, en el
ajedrez político mundial, terminan siendo claves para entender muchas
decisiones de parte de algunos países, sobre todo los Estados Unidos, que en
apariencia son inexplicables.
La
intervención de las potencias en el oriente en el último siglo, no tiene otra
causa que su interés por las grandes riquezas petroleras. El petroleo es el fluido
vital de la economía mundial, es la sangre y el oxígeno
del desarrollo, de todo lo que se mueve. El oro negro es la clave.
El
economista Salomón Kalmanovits, explica de manera muy sencillo los efectos
directos en la baja de precios: “Para los países importadores de petróleo, la reducción de precios
equivale a un impulso de su demanda que puede aliviar la recesión europea y
acelerar el crecimiento norteamericano. Para los países productores es una
calamidad, siendo Venezuela la más afectada por haber perdido eficiencia, ser
tan regalada y endeudarse en estos años de bonanza. Rusia es otra damnificada,
pues depende del petróleo en dos tercios de sus ingresos externos. Arabia
Saudita y los países del golfo, también Noruega, cuentan con costos bajos de
producción y con enormes ahorros que les permiten sortear la caída de sus
ingresos. Colombia es otro perjudicado, pues la mitad de sus exportaciones
deriva del petróleo, pero como buen nuevo rico no hizo ahorro de su corta racha
de fortuna; por el contrario, se especializó en tan volátil actividad y se
endeudó aprovechando ese colateral”.
Los
Estados Unidos han venido recogiendo frutos de sus investigaciones, tecnologías
como el Fracking, le han permitido aumentar su producción petrolera
y disminuir su dependencia de los países productores; “Canadá con su
explotación en las arenas bituminosas y México con sus grandes yacimientos en
el golfo, hacen de Norteamérica un formidable productor de crudo con los
correspondientes efectos en los precios y en la paleolítica energética global.
El petróleo, a nivel económico constituye “el rey de las ‘commodities’, el
recurso natural de mayor importancia geopolítica desde hace más de un siglo, y
a pesar de los avances científicos para descubrir fuentes alternas de energía
seguirá junto con el gas, su vecino de las profundidades, teniendo suma
importancia en los años por venir”.
El
excelente columnista y analista Marcos Peckel, explica magistralmente lo que
significa esta variable: “La geopolítica petrolera es una compleja maraña de
yacimientos, rutas marítimas, oleoductos, puertos, tanqueros, ambiciosas
compañías multinacionales y precios. El mercado del crudo no se comporta como
el de otras commodities, pues se puede asumir que el recurso es infinito y
simplemente abriendo o cerrando los grifos se controla la oferta y esto depende
tanto de factores económicos como políticos. En los últimos 50 años el precio
del crudo ha oscilado entre los tres y los 150 dólares por barril, habiendo experimentado
más volatilidad que cualquier otro recurso natural. El mercado se ha visto
afectado igualmente por el arribo de varios nuevos países productores, Colombia
por ejemplo, y es dable suponer que nuevos yacimientos serán ‘descubiertos’ en
la medida que esto le convenga a las grandes empresas explotadoras, trasportadoras
y refinadoras, las originales ‘siete hermanas’ -Exxon, Mobil, Shell, Texaco,
BP, etc-. a las cuales se han agregado apenas un puñado más.
Sí
se revisa la historia fatídica de la relaciones entre occidente y oriente, las
intervenciones y guerras del último siglo, se entenderá lo que significa la relación
petróleo y política, gran parte de las guerras y los grandes conflictos de los últimos
cincuenta años, desde la guerra del Yom Kipur, hasta las tensas relaciones de hoy
entre Iran y los Estados Unidos.
El
petróleo en muchos casos, por factores económicos y políticos es la clave: “Desde
entonces el ‘arma del petróleo’ ha sido usada principalmente al revés:
restringiendo las exportaciones a países a los que el Consejo de Seguridad ha
impuesto sanciones, como Iraq, Irán y Libia. Rusia por su parte, el principal
proveedor de gas natural a Europa, ha usado los grifos para limitar las
exportaciones, subir los precios y extraer concesiones políticas”[1].
Otra
variable poco estudiada son los excedentes de capital producto de la explotación
del petróleo. Estos siempre terminan en los grandes fondos de inversión de
occidente. Este es un tema alucinante, pues con ellos se altera muchas economías, sobre todos en los países emergentes, se crean políticas de fomento y se
estructuran plataformas económicas muy fuertes; igualmente han servido para
incentivar la perversa especulación, con los denominados dineros golondrinas, así
como políticas de intervención encubiertas. Es un hecho, el tema del petróleo da
como para un libro, espero seguirlo tratando en este blog.
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