CHINA

En las próximas semanas todos los temas confluyen en este coloso del oriente gracias a los juegos Olímpicos. China no es un país, es un mundo. William Ospina en un articulo escrito para el periódico espectador de Colombia nos recordaba en su lenguaje poético acostumbrado: “La miseria, la drogadicción generada por los mercaderes del opio, el desamparo de los pobres, el bandidaje generalizado, y una ciudad como Shangai convertida en una suerte de basurero humano, no permitían imaginar que la China se alzaría de su postración y de sus cenizas y se convertiría en sesenta años en la primera potencia planetaria.” La vida de este país por mucho tiempo fue la de un mundo hermético, cerrado, se desarrollo sin influencias, como un universo excepcional donde nunca existió la presencia de extraños a su cultura milenaria, los extranjeros no contaban, de ahí su mitología extraordinaria, una filosofía absolutamente diferente de la occidental, una literatura cargada de historias inverosímiles, una historia llena de emperadores, guerras, y pensamiento contemplativo, hasta aquí parecía no necesitar del mundo. Le llego el mundo del siglo XX con un atraso descomunal, sometida por los grandes imperios y una lucha tenaz con Japon. El 1 de octubre de 1949, los comunistas resultaron victoriosos en la guerra por el poder, contando con la ayuda soviética, y establecieron la República Popular China, a cuyo mando colocaron a su jefe, Mao Zedong, poniendo en vigencia su constitución, que proclamaba al comunismo como partido único. A partir de este momento, en medio de la guerra fría, asumiendo el modelo Soviético, la historia de China es otra aunque con los rasgos típicos que la caracterizan, entre ellos el cerrojo que se impone a sus moradores. La vida de Mao esta llena de paradojas y contradicciones, indiscutiblemente es una de los grandes del siglo pasado, las últimas publicaciones sobre su vida lo muestran descarnado, violento, con más de veinte millones de victimas sobre sus hombres, como todo lo chino desmesurado. Implemento la revolución cultural y tanto en esta como en lo económico fracasa, se produce la transición necesaria con el reconocimiento de todas aquellas políticas inadecuadas y a partir de alianzas económicas con los Estados Unidos con el presidente Nixon, la historia es totalmente diferente. China es el motor de la economía mundial, consume el 80 % del acero producido en el planeta, es igualmente el mayor constructor por metro cuadrado, sus ciudades crecen a un ritmo avasallador por ello la contaminación es incontrolable, sus mercancías inundan el orbe, realiza obras descomunales como la represa de las tres gargantas, arrasando sin respeto aldeas, grandes paisajes, historia y patrimonios arqueológicos de valor incalculable. China es un coloso, una mezcla variopinta de comunismo, poder político centralizado, cerrado, dogmatico y el vehiculo de un capitalismo voraz sustentado en la mayor violación de los derechos humanos que se tenga ejemplo en la historia, con la mirada indiferente de occidente. China es a la vez riqueza y pobreza, tecnología de punta y atraso, dogma y apertura comercial…China hará los juegos olímpicos en una muestra de poder que tratará por todos los medios ocultar las injusticias imperantes de un imperio sin control.