PARADOJAS DE LA SOCIEDAD VIRTUAL
UNA VISION TERCEMUNDISTA
Es indudable que el mundo ha cambiado de manera sorprendente, las sociedades modernas viven entorno a una revolución tecnológica sin precedentes, lo virtual se instalo definitivamente en la vida de las personas, la economía responde a parámetros donde los sectores primarios y secundarios de lejos han dejado de ser los ejes centrales de su funcionamiento, cambios que paradójicamente no han producido en el ciudadano de a pie alguna esperanza de mejoria y por el contrario se han constituido en mecanismos de sometimiento sublimizados, para quienes a pesar de vivir entre estas aparentes dulzuras, su existencia no supera la alienación implementada por un sistema injusto. Marcuse, hablaba de las sociedades cerradas, porque disciplina todas las actividades a un solo objetivo. El resultado de esta opresión perfectamente camuflada las reducía a la asimilación de las fuerzas que se le oponen, la administración metódica de los instintos humanos lo que hace manejables los elementos explosivos del inconsciente. El capitalismo no ha superado ninguna de las contradicciones y más bien las ha agudizado impunemente. Para poder analizar y entender hacia donde vamos, hacia donde se dirigen las sociedades a nivel mundial y poder comprender los factores que han determinado la nueva economía, la nueva escala competitiva, los bloques económicos hay que entender, en este galimatías, el agente preponderante: la Globalización. Pero que es eso? Que entendemos por este concepto? Cristian –Ramírez Gastón, en un portal de Gestiopolis, resume las dos posiciones en que se debate: Los globalistas: Consideran este proceso como fase conminatoria del capitalismo (tanto en sus versiones neoliberales como marxistas u postmarxistas.) que se impone en los estado-nación. Esta corriente opina que la globalización es un hecho real y puede sentirse sus efectos a nivel mundial económicamente hablando, por otra parte tenemos a: Los escépticos: Consideran en cambio que no existe una globalización sino una profundización de la internacionalización de la economía. Según ellos la globalización es un mito y la economía mundial sigue caracterizada por una división de poder y trabajo en una transición que va de la internacionalización a la tras nacionalización sin que se produzca una globalización donde opinan que tal profundización se produjo en la década de los 70 con la conformación y desarrollo de las corporaciones.” La sociedad cerrada sobre el interior se abre hacia el exterior (dice Marcuse) mediante expansión económica, política y militar. La totalidad es la que está en movimiento, en esta totalidad apenas ya es posible la distinción conceptual entre negocios y la política, el beneficio y el prestigio, las necesidades y la publicidad. Se exporta un modo de vida o se exporta así misma en la dinámica de la totalidad. Con el capital, los ordenadores y el saber-vivir, llegan los restantes valores: Relaciones libidinosas con la mercancía, con los artefactos, con la estética falsa del supermercado. Termina afirmando: Lo que es falso no es el materialismo de esta forma de vida, sino la falta de libertad y represión que encubre. Es cierto que La globalización no deber ser visto como un proceso unilineal sino un conjunto de procesos, a su vez engendra nueva zona económica y cultural, nos podemos quedarnos con estas teorías y no sacar conclusión alguna posible. El volumen de comercio mundial hoy es mucho mayor que el de hace 100 años, a este hay que sumarle el creciente impacto del comercio electrónico y el nuevo rol de los mercados financieros que funcionan las 24 horas del día y mueven cerca de 2 billones diarios de dólares. Flujo de dinero, no de personas, flujo de mercancías, no de esperanzas. En los países del tercer mundo aparecen ricos que clasifican con facilidad entre los diez más poderosos del mundo, aun así, la pobreza campea, la migración ilegal paradójicamente es la panacea, todo en medio de una sociedad virtual que asume participar de las mieles de la plataforma tecnológica que lo aliena y anestesia sutilmente, pero que encubre nuevas disciplinas, opresiones, que inexplicablemente nadie cuestiona. Pertenecemos al mundo, pero de que manera.
UNA VISION TERCEMUNDISTA
Es indudable que el mundo ha cambiado de manera sorprendente, las sociedades modernas viven entorno a una revolución tecnológica sin precedentes, lo virtual se instalo definitivamente en la vida de las personas, la economía responde a parámetros donde los sectores primarios y secundarios de lejos han dejado de ser los ejes centrales de su funcionamiento, cambios que paradójicamente no han producido en el ciudadano de a pie alguna esperanza de mejoria y por el contrario se han constituido en mecanismos de sometimiento sublimizados, para quienes a pesar de vivir entre estas aparentes dulzuras, su existencia no supera la alienación implementada por un sistema injusto. Marcuse, hablaba de las sociedades cerradas, porque disciplina todas las actividades a un solo objetivo. El resultado de esta opresión perfectamente camuflada las reducía a la asimilación de las fuerzas que se le oponen, la administración metódica de los instintos humanos lo que hace manejables los elementos explosivos del inconsciente. El capitalismo no ha superado ninguna de las contradicciones y más bien las ha agudizado impunemente. Para poder analizar y entender hacia donde vamos, hacia donde se dirigen las sociedades a nivel mundial y poder comprender los factores que han determinado la nueva economía, la nueva escala competitiva, los bloques económicos hay que entender, en este galimatías, el agente preponderante: la Globalización. Pero que es eso? Que entendemos por este concepto? Cristian –Ramírez Gastón, en un portal de Gestiopolis, resume las dos posiciones en que se debate: Los globalistas: Consideran este proceso como fase conminatoria del capitalismo (tanto en sus versiones neoliberales como marxistas u postmarxistas.) que se impone en los estado-nación. Esta corriente opina que la globalización es un hecho real y puede sentirse sus efectos a nivel mundial económicamente hablando, por otra parte tenemos a: Los escépticos: Consideran en cambio que no existe una globalización sino una profundización de la internacionalización de la economía. Según ellos la globalización es un mito y la economía mundial sigue caracterizada por una división de poder y trabajo en una transición que va de la internacionalización a la tras nacionalización sin que se produzca una globalización donde opinan que tal profundización se produjo en la década de los 70 con la conformación y desarrollo de las corporaciones.” La sociedad cerrada sobre el interior se abre hacia el exterior (dice Marcuse) mediante expansión económica, política y militar. La totalidad es la que está en movimiento, en esta totalidad apenas ya es posible la distinción conceptual entre negocios y la política, el beneficio y el prestigio, las necesidades y la publicidad. Se exporta un modo de vida o se exporta así misma en la dinámica de la totalidad. Con el capital, los ordenadores y el saber-vivir, llegan los restantes valores: Relaciones libidinosas con la mercancía, con los artefactos, con la estética falsa del supermercado. Termina afirmando: Lo que es falso no es el materialismo de esta forma de vida, sino la falta de libertad y represión que encubre. Es cierto que La globalización no deber ser visto como un proceso unilineal sino un conjunto de procesos, a su vez engendra nueva zona económica y cultural, nos podemos quedarnos con estas teorías y no sacar conclusión alguna posible. El volumen de comercio mundial hoy es mucho mayor que el de hace 100 años, a este hay que sumarle el creciente impacto del comercio electrónico y el nuevo rol de los mercados financieros que funcionan las 24 horas del día y mueven cerca de 2 billones diarios de dólares. Flujo de dinero, no de personas, flujo de mercancías, no de esperanzas. En los países del tercer mundo aparecen ricos que clasifican con facilidad entre los diez más poderosos del mundo, aun así, la pobreza campea, la migración ilegal paradójicamente es la panacea, todo en medio de una sociedad virtual que asume participar de las mieles de la plataforma tecnológica que lo aliena y anestesia sutilmente, pero que encubre nuevas disciplinas, opresiones, que inexplicablemente nadie cuestiona. Pertenecemos al mundo, pero de que manera.
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