SUJETO Y PODER EN COLOMBIA
“El ejercicio del poder no es simplemente el relacionamiento entre jugadores individuales o Colectivos, es un modo en que ciertas acciones modifican otras." Foucault
Foucault, siempre aclaró, que gran parte de su preocupación y elaboración teórica estaba referida en términos, de la relación sujeto y poder: “mi objetivo ha sido elaborar una historia de los diferentes modos por los cuales los seres humanos son constituidos en sujetos” Señalaba además que “La mayor parte del tiempo el Estado es percibido como un tipo de poder político que ignora a los individuos, que mira sólo los intereses de la totalidad, yo diría, de una clase o de un grupo de ciudadanos. Eso es bastante cierto, pero me gustaría subrayar el hecho de que el poder estatal (y esta es una de las razones de su fortaleza) es una forma de poder, al mismo tiempo individualizante y totalizante.” No cabe duda, que en Colombia esta encrucijada gordiana muestra sus peores efectos, en la forma en que estamos atrapados y atravesados, por un poder encarnado en el aparato estatal ( en principio, pues muchas veces el estado, es rebasado por esferas por fuera del mismo, que aunque en la periferia, tienen más fuerza que este y afectan de igual manera al individuó y a la sociedad) y cada uno de los hilos invisibles de una superestructura, que nunca corresponde al sumo de su cuerpo institucional y jurídico y si mas bien oculta una serie de privilegios y poderes contrapuestos, que han producido una de las violencias endémicas mas su generis del mundo. A esto se suma una multiplicidad de micro poderes enquistados en la sociedad, fuertes, locales, barbaros que no están dispuestos a ceder en sus dominios. Paralelo al fenómeno tenemos unos medios de comunicación que solo le apuestan a la noticia como espectáculo, no importa si se trata de una masacre o de un flash de farándula, la esencia será siempre la misma. El individuo, el sujeto está atrapado entre un mundo que solo parece tener interpretaciones unidimensionales, como si la óptica del entorno, solo tuviera una mirada, entre la infinidad de análisis, que es la de vivir inmersos entre poderes contrapuestos, atravesados, sin posibilidad de decisión, fichas apenas de un universo infinito de intereses. Masacres, asesinatos, corruptela, violencia descarnada solo son los efectos de un problema mucho más grave. De su interpretación clara depende el futuro de este país llamado Colombia y claro, de nosotros, sujetos atravesados por la infinita gama de micro poderes.
“El ejercicio del poder no es simplemente el relacionamiento entre jugadores individuales o Colectivos, es un modo en que ciertas acciones modifican otras." Foucault
Foucault, siempre aclaró, que gran parte de su preocupación y elaboración teórica estaba referida en términos, de la relación sujeto y poder: “mi objetivo ha sido elaborar una historia de los diferentes modos por los cuales los seres humanos son constituidos en sujetos” Señalaba además que “La mayor parte del tiempo el Estado es percibido como un tipo de poder político que ignora a los individuos, que mira sólo los intereses de la totalidad, yo diría, de una clase o de un grupo de ciudadanos. Eso es bastante cierto, pero me gustaría subrayar el hecho de que el poder estatal (y esta es una de las razones de su fortaleza) es una forma de poder, al mismo tiempo individualizante y totalizante.” No cabe duda, que en Colombia esta encrucijada gordiana muestra sus peores efectos, en la forma en que estamos atrapados y atravesados, por un poder encarnado en el aparato estatal ( en principio, pues muchas veces el estado, es rebasado por esferas por fuera del mismo, que aunque en la periferia, tienen más fuerza que este y afectan de igual manera al individuó y a la sociedad) y cada uno de los hilos invisibles de una superestructura, que nunca corresponde al sumo de su cuerpo institucional y jurídico y si mas bien oculta una serie de privilegios y poderes contrapuestos, que han producido una de las violencias endémicas mas su generis del mundo. A esto se suma una multiplicidad de micro poderes enquistados en la sociedad, fuertes, locales, barbaros que no están dispuestos a ceder en sus dominios. Paralelo al fenómeno tenemos unos medios de comunicación que solo le apuestan a la noticia como espectáculo, no importa si se trata de una masacre o de un flash de farándula, la esencia será siempre la misma. El individuo, el sujeto está atrapado entre un mundo que solo parece tener interpretaciones unidimensionales, como si la óptica del entorno, solo tuviera una mirada, entre la infinidad de análisis, que es la de vivir inmersos entre poderes contrapuestos, atravesados, sin posibilidad de decisión, fichas apenas de un universo infinito de intereses. Masacres, asesinatos, corruptela, violencia descarnada solo son los efectos de un problema mucho más grave. De su interpretación clara depende el futuro de este país llamado Colombia y claro, de nosotros, sujetos atravesados por la infinita gama de micro poderes.
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