El alcalde de
Medellín, Colombia, viene judicializando la protesta, la de los estudiantes,
las centrales obreras, los educadores y en suma un buen numero del conglomerado
social de esta ciudad. Hay una intimidación lenta, constreñimiento perseverante
de parte del estado, que, en cada manifestación, detiene y captura, de manera
ilegal a estudiantes, muchos de ellos pacíficos, sólo están en pleno ejercicio
de un derecho y deber constitucional, terminan judicializados la mayoría,
actitud dictatorial que, sobre el pretexto de detener a los vándalos, a los que
curiosamente nunca detiene, somete a largos procesos a estudiantes y jóvenes
pacíficos, sin ningún antecedente, con consecuencias muy graves para su vida y
estudios.
Ayer, en una
manifestación pacífica en Medellín, el Esmad, capturó a varios estudiantes, de
antemano sabemos que terminan judicializados. Esta fuerza provoca con solo su
presencia, por la manera como actúa, de hecho, genera confrontación por todo lo
que ha pasado en los últimos tres años, hay asesinatos de triste recordación
realizados por agentes suyos, cuyos procesos van con una lentitud lacerante y
triste para las víctimas.
Esperamos que
el señor alcalde sea fiel a sus promesas de campaña, sobre todo con los
derechos humanos y civiles de la sociedad. No se le puede olvidar que las
dictaduras y los estados fascistas siempre actúan bajo el tener de la ley, es
muy curioso, dicen siempre estar protegiendo a la sociedad.
El estudiante
Jorge Ospina de la universidad de Antioquia fue detenido el día de ayer.
Esperamos respeten sus derechos. Imagino,
como están los centros de detención, el confinamiento es oprobioso, no les cabe
una persona más, toda detención en Colombia es una exposición a peores males.
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