Este gran filósofo alemán cumple noventa años, el mundo celebra el
aniversario de su nacimiento con una gran sorna, no solo por lo valioso de su obra sino por la preocupación constante por la consolidación de los valores democráticos
y éticos desde la teoría de la acción comunicativa que les permitirá a las sociedades
incorporar preceptos éticos y racionales de carácter universal. Una vuelta a
Kant, que ofrecerán al mundo vivir en sana
convivencia en el marco de un cosmopolitismo, como la unión europea, con acuerdos
supranacionales garantistas.
Su pensamiento parte del reconocimiento de la siguiente realidad: “La modernidad es un proyecto inacabado”, el proceso de racionalización de las sociedades desde una ética universal constituye el trasfondo de su preocupación central, trabajo que está contenido en una vasta obra que mantiene su vigencia y que se ha convertido en una herramienta valiosa de debate y discusión entre politólogos y filósofos. Se trata de terminar el proyecto de la ilustración, su filosofía tiene un sustrato histórico de suma importancia, desde los enciclopedistas hasta la escuela de Frankfort. la teoría de la acción comunicativa y su fundamento racional, se sustenta en tres pretensiones fundamentales: desarrollar un concepto de racionalidad más allá de los postulados subjetivistas e individualistas de la filosofía y teoría social moderna, elaborar una nueva concepción de la sociedad en dos niveles integrando los paradigmas de sistemas y mundo de la vida, y por último, desarrollar una teoría crítica de la modernidad buscando las respuestas necesarias para retomar su proyecto original.
Su pensamiento parte del reconocimiento de la siguiente realidad: “La modernidad es un proyecto inacabado”, el proceso de racionalización de las sociedades desde una ética universal constituye el trasfondo de su preocupación central, trabajo que está contenido en una vasta obra que mantiene su vigencia y que se ha convertido en una herramienta valiosa de debate y discusión entre politólogos y filósofos. Se trata de terminar el proyecto de la ilustración, su filosofía tiene un sustrato histórico de suma importancia, desde los enciclopedistas hasta la escuela de Frankfort. la teoría de la acción comunicativa y su fundamento racional, se sustenta en tres pretensiones fundamentales: desarrollar un concepto de racionalidad más allá de los postulados subjetivistas e individualistas de la filosofía y teoría social moderna, elaborar una nueva concepción de la sociedad en dos niveles integrando los paradigmas de sistemas y mundo de la vida, y por último, desarrollar una teoría crítica de la modernidad buscando las respuestas necesarias para retomar su proyecto original.
Toda realidad esta mediada por una acción comunicativa o interacción
social desde la óptica de la socialización. Su obra es una indagación juiciosa de
la filosofía desde esta búsqueda. Luis
Garrido Vergara en el portal “Razon y Palabra” sintetiza su que-hacer con mucha
lucidez: “Para muchos pensadores, Habermas es uno de los intelectuales más
influyentes de la llamada “segunda generación de la Escuela de Frankfurt en
Alemania. Su obra proviene de una influyente tradición de investigación seguida
por los intereses de esta Escuela de pensamiento, los cuales apuntaban al
análisis de la Racionalidad, el sujeto, los regímenes políticos, la Democracia,
la Modernidad, la Dialéctica, entre otros. En este contexto, el trabajo de
Habermas estuvo dirigido a explicar y superar las contradicciones entre los
métodos materialistas y trascendentales en torno a una nueva teoría crítica de
la sociedad, a retomar la teoría social marxista contemplando las posturas
individualistas propias del racionalismo crítico, en torno al análisis de las relaciones
entre los fenómenos socio-estructurales culturales con los psicológicos y de la
estructura económica de la sociedad moderna”. Enfatiza: “La idea de “sabiduría
emancipadora” constituye un referente de la acción social. En este sentido,
Habermas analiza las condiciones de la racionalidad de la acción social a
partir de la interacción basada en el uso del lenguaje, apoyado en el principio
de que la razón subyacente en la acción de los sujetos es una propiedad de las
estructuras de comunicación, más no de los individuos por si solos”.
“El 18 de junio de 1929 nació Jürgen Habermas en Düsseldorf. Las
celebraciones por su 90º aniversario se multiplican, y no sin razón, es un
intelectual comprometido con la tarea de fomentar el uso de la razón en la agenda pública para construir sociedades abiertas y justas”. Habermas es un
pensador a carta cabal en procura de la consolidación de las democracias y en
contra de los nacionalismos exacerbados por el populismo en estos tiempos. Los efectos del estilo Trumpiano, han puesto
a Europa a pensar en el modelo, ambicionado hace mucho tiempo, que le permita
salir de la carpa de protección de los Estados Unidos y hablar con voz propia,
en medio de los retos que impone el BREXIT. Sigo atento las columnas que
pública en “El país” de España, sus preocupaciones por los populismos tan de
moda en estos tiempos y los nacionalismos que están de moda en Europa constituyen su mayor preocupación. La vigencia de su pensamiento es total, siempre debe tenerse
en cuenta pensadores de este talante, nos aportan herramientas conceptuales para enfrentar el fascismo encubierto que ha vuelto a aparecer con otros ropajes y por la crisis en que se bate el mundo en esta época.
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