Por qué un país es tan permeable al delito, cuales son las
condiciones éticas y morales que no están funcionando o lo que es peor, no existen. La mirada a este fenómeno no se puede hacer sólo desde el ámbito de la
ley, tal vez ese sea el error de la mayoría
de legisladores y mandatarios, lo tratan siempre desde la óptica del derecho
penal y no de la formación, de la educación que sería la manera de prevenirlo
de raíz. No resulta ser un fenómeno reciente,
históricamente se ha venido acrecentando hasta convertirse en pandemia. En
Colombia las cifras y hechos son contundentes, donde quiera que hay administración
de lo público existe corrupción, hay una metodología precisa para torcerle el cuello a la ley en cada caso
concreto, los recursos terminan en la mayoría de los casos saqueados hábilmente
entre el gobernante y los empresarios, ya sea a través de la contratación, por vía
de adjudicación directa o por licitación, compras, o en los avatares propios de
toda administración. Se podría hacer una historia de la corrupción en el país,
tal vez fue una herencia de la que no
hemos podido escapar, desde la conquista de estas ricas tierras, la relación
entre la corona y los conquistadores nació del engañó, los informes y las
contratación entre estos y el rey o la casa de contratación en Sevilla estuvo
basada en la mentira, en el saqueo y en la explotación. La colonia no estuvo exenta
de estos procedimientos amañados y nuestra republica ni hablar. En las últimas décadas
con el narcotráfico y las organizaciones criminales la delincuencia organizada
alcanza niveles inimaginables en nuestra sociedad, son el pan de cada día: Llámese
extorsión, robos, fleteos, préstamos gota a gota, control de barrios enteros, micro
tráfico, sólo cito los delitos más emblemáticos. Bertrand Russel en un testo denominado
ensayos filosóficos, expone un pequeño tratado de ética[1] que cae
como anillo al dedo, escribe: El estudio de la ética se considera muy
corrientemente dedicado a las cuestiones: ¿Qué tipo de acciones deben realizar
los hombres? Y ¿Qué tipo de acciones deben evitar los hombres?. Es decir, se
concibe como algo que trata de la conducta humana y decide qué es virtuoso y qué
es vicioso entre los tipos de conducta entre los cuales, en la práctica, la gente
tiene que escoger”. Así de simple. Colombia está en plena campaña para la presidencia,
es curioso como todos los candidatos hablan del tema y sus soluciones con una
facilidad escabrosa. Lo paradójico, casi todos han estado en la administración
pública en los últimos quince años, la pregunta es qué hicieron para solucionarlo. Sea la ocasión para realizar acciones
concretas para mitigarlo, para sembrar en nuestra juventud fortalezas éticas,
entrarle al fenómeno con rigor y seriedad, realmente se salió de
madre, estamos en el peor momento históricamente hablando. Pese a ser un problema mundial, por ahora miremos como lo enfrentamos nosotros, ojala los
candidatos entiendan lo importante del tema.
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