“LOS PERROS TIENEN UN SOLO
DEFECTO, ELLOS CREEN EN LOS HOMBRES”
Tony es mi amigo entrañable, compañía total e invaluable,
incondicional, quien me genera todo tipo de fortalezas, consuelo y sobre todo
felicidad. Cuando hablo de mi familia está descontado que también me refiero a
Tony. Es un Eschnauzer, de cinco años, que ha compartido con nosotros las
verdes y las maduras. Cuando estoy en casa siempre está a mi lado con una
mirada de absoluta complicidad. Es intensa
y trasmite mensajes concretos, los comprendo a cabalidad: “Tengo sed, no hay
comida en el plato, salgamos ya, a dormir por favor, oiga a dormir me recuerda
volteando la cabeza con absoluta dulzura, cuando estoy en casa vive pendiente
de mí, me habla con sus largos silencios mientras leo. Hay días pletóricos, en ellos está lleno de
alegría, salta, entonces se vuelve como loco, se sube a las camas, late, otros
días, de pronto se entristece y en un rincón se bate con sus penas……. Lo que está
claro es su entrega. Adicional a todas estas
virtudes, tiene una adicional que resulta casi un don cuando se vive en
apartamento, es absolutamente juicioso con sus necesidades fisiológicas, sale
dos veces al día y nunca irrespeta este acuerdo tácito de convivencia, pero es muy curioso, nadie le
enseñó está sana costumbre. Hay momentos en la vida en me he sentido solo y de
pronto miro al lado y ahí está mi perro,
impertérrito, con su mirada total, como lo boy scouts, siempre listo, no
importa como estemos, es un aliado
incondicional.
Muchos desconocen la importancia de estos animalitos en el
desarrollo del hombre. El ascenso del hombre y gran parte de sus grandes
logros, se hizo en compañía del perro, en una sociedad que termino volviéndose
indefectible, que ha forjado la mayoría de los códigos que le conocemos hoy. “El perro o perro
doméstico (Canis lupus familiaris) es un mamífero carnívoro de
la familia de los cánidos, que constituye una subespecie
del lobo (Canis lupus). Un estudio publicado por la revista de
divulgación científica “Nature” revela que, gracias al proceso de domesticación,
el organismo del perro se ha adaptado a cierta clase de alimentos, en este
caso el almidón. Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso
según la raza. Posee un oído y olfato muy
desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En las razas
pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, con atención
esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida en promedio es
alrededor de los 15 años”. Se admite hoy que el perro se adaptó a vivir cerca
del hombre por súper-vivencia, le era más fácil conseguir con esta alianza los
alimentos, sobrevivir, fue lo que llamaríamos hoy una excelente alianza
estratégica.
Muchas veces me pregunto qué pensará Tony, que pasa en su química cuando me ve llegar y se
llena de saludos, como siente estas alegrías, cuál es el metabolismo de sus
sentimientos. Mi amor por Tony es inclasificable pero se resume en una palabra:
Lealtad. Trato de darle todo aquello que lo hace feliz: Caricias, hablarle,
consentirlo y sobre todo valorarlo como un ser tan importante como cualquiera de nosotros e
incluso quien me ha enseñado cosas inexplicables para el sentido común, vitales
para soportar la atribulada existencia.
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