Desde
hace muchos años esperábamos de la clase dirigente latinoamericana una alianza
de este tipo. La ceguera de nuestros gobernantes es inexplicable en algunos
casos. Mirar al pacifico era una necesidad
inaplazable frente a los lineamentos del desarrollo del mundo, que ha
encontrado en las economías de China, Japonesa, los tigres asiáticos,
verdaderas locomotoras que han revolucionado la manera de hacer negocios y
generado procesos de innovación tecnológicos verdaderamente catalizadores en el
termino más general, tanto para la industria, el mercado y el propio consumo, pues tienen pensando y
actuando al mundo al ritmo de su irrefrenable crecimiento.
El
acuerdo firmado en Cartagena Colombia entre México, Chile, Perú y Colombia que
eliminará el 92 % de los aranceles, constituye el reto de producir y competir
por un mercado de 2000 millones de habitantes. Pondré un ejemplo de dicho
dinamismo. El departamento de Santander Colombia a octubre de 2013 realizó exportaciones con destino a México, Perú y
Chile por un valor cercano a los US$20 millones, en productos como tabaco,
cacao, prendas de vestir y calzado[1].
Estoy hablando de una sola región y con aranceles corrientes. Sí los congresos
respectivos de cada país lo ratifican y no se dejan meter gato por liebre de
los gremios e intereses particulares, el acuerdo creara una plataforma
comercial inigualable.
Esta
ola de acuerdos multilaterales tuvo un auge muy intenso después de 1991, pero
de la noche a la mañana los gobiernos de la zona se dejaron influir por los
grandes conglomerados comerciales, quienes no permitieron que sus monopolios
internos fueran tocados y ejercieron una presión que termino en el desmonte de
los mismos, lo que con el tiempo fue un retroceso de las políticas de apertura
y globalización en boga en el mundo.
Este
acuerdo se produce en medio de los graves problemas de Venezuela, quien ha
eliminando de un solo tajo la libertad de prensa, además de cercenar la participación
política, en amagos dictatoriales más fruto de su incapacidad que de otra cosa.
A la par vive una crisis económica sin parangón, con problemas de suministro de
los productos mínimos para la supervivencia de la gente, que realmente no sabe
qué hacer en medio de tanta incompetencia de sus gobernantes. No entiendo como
no hay ningún pronunciamiento de sus vecinos frente a las medidas en contra de
la prensa libre.
El
acuerdo que le da vía libre a la Alianza para el pacifico es el primer paso de la
consolidación de un comercio global, que de ser exitoso, será la apertura a un
mercado inmenso con amplias posibilidades para la industria, el mercado y el
empleo en Latinoamérica. Esperamos no halla retroceso en esta materia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario