Lo que está pasando en
Venezuela debe preocuparnos a todos los colombianos, no solo porque repercute
indefectiblemente en nuestro país, sino porque no podemos estar ajenos a la
grave situación que tienen por una serie factores de suma importancia. No es prurito lo de país
hermano, estamos unidos históricamente, compartimos la frontera más grande de
todos nuestros vecinos con vastas zonas absolutamente compenetradas, hay una
interdependencia directa en algunos sectores comerciales irrenunciable, imprescindible;
además de lazos familiares constituidos
de vieja data, producto de una migración
centenaria entre los dos países.
Venezuela tiene la peor
crisis política y económica de todos los tiempos. El país más rico de Latinoamérica,
el cuarto productor de petróleo del mundo, una riqueza natural inconmensurable,
hasta hace poco contaba con una población preparada y estable en referencia al
componente educativo, está sin norte, colapsò en todos los sentidos.
El periódico la nación sintetiza
magistralmente la actual situación: “La violencia en Venezuela vierte luz sobre
los protagonistas de la vorágine que se ha propagado por el país. Por una
parte, valerosos estudiantes y ciudadanos se vuelcan a las calles de Caracas y
otras ciudades. Por otra, salen a enfrentarlos la Policía y el ejército
parapetados detrás de escudos, chalecos antibalas y armados. También, del lado
oficialista, pandillas de policías y militares disfrazados de civiles disparan
contra la multitud. En igual embestida vemos a los “diablos” motorizados y
letales”[1].
El país desde hace siete
años se viene desangrando paulatinamente, sus excedentes han venido despilfarrándose
de manera irresponsable sin precedentes históricos, la lujuria del pecunio
publico alcanzó a todos los sectores y los ataques de filantropía del presidente
Chávez, actualmente se pagan muy caro. No solo desarticularon el sector
productivo del país, al que nunca han atendido, sino que lo dejaron sin sus
mejores cabezas, PDVSA está acéfalo, los mejores ingenieros y directivos
simplemente ya no están. En otras palabras se des-institucionalizó el estado y
se ha permitido la peor corrupción de todos los tiempos.
El editorial del periódico la
nación en una aparte expresa: “La crisis actual se ha venido fabricando por
años, particularmente mediante el derroche de la riqueza petrolera y la merma
de la capacidad productiva de esa industria. El presidente Hugo Chávez despidió
a los técnicos profesionales, una capa cerebral que mantenía pujantes las
operaciones de PDVESA, la central petrolera. En una de sus rabietas, se molestó
al encontrar, primero, un reportaje de prensa crítico de la labor presidencial
y cuya fuente eran declaraciones anónimas de personal de PDVESA. Luego, una
página en los diarios reprodujo un manifiesto suscrito por la crema técnica del
petróleo que puntualizaba los yerros de Chávez en las operaciones de PDEVESA”.
El papel de Cuba en esta
crisis es de primer orden. En este contexto está claro que su influencia es
perversa, intimidante y tiene intereses puntuales. “La estrategia del
presidente venezolano ha sido diseñada en conjunto con asesores cubanos
liderados por el legendario Ramiro Valdés, “el Fouché tropical cuya cercanía
con los Castro se remonta al Granma, quien decidió que su única salida
consistía en reprimir”, señala Jorge Castañeda en el diario mexicano Reforma.
El papel preeminente de Cuba en la tragedia venezolana constituye una realidad
imposible de ocultar”.
La juventud y un sector
amplio de la sociedad decidieron ponerle coto a tan grave situación. No será fácil,
pero la oposición debe de igual manera organizase, tener norte y saber cuál es
su papel en la coyuntura actual.
Sobra decir que estaré
atento con la suerte del dirigente Leopoldo López, el cual sigue injustamente
detenido.
1 comentario:
Pasa lo que le ocurre a todos cuando tenemos riqueza y nada nos cuesta, despertámos de la pérdida cuando ya no es tiempo. La bonanza vivida en Venezuela, puso a sus habitantes a ser "vida fuelle", al llegar el "presidente Chavez" consideró que eso era para la filantropía a paises pobres pero con garras y la riqueza la lanzó a borbotones. Luego llega el "que menos" tiene madurez e inrrumpe contra un pueblo ensañado a vivir como hijo de rico, y se precipita a la bancarrota, sin ofensa, es mejor que llegue rápido, para que los que quedan recuperen el país de inmediato y lo lleven por un jardín de rosas. De otra manera, "los Castros" cuya voluntad es el caos, están hábidos de desorden para su bien.
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