Es absolutamente oprobioso el escándalo de corrupción del fútbol profesional develado en Europa.
Inexplicable que el deporte más popular del mundo, haya caído en manos de los
apostadores, de la mafia que soborno a sirios y troyanos, compró árbitros, arreglo partidos, de los entuertos de la FIFA, que al final nos deja la sensación
de haber sido engañados, pues lo que considerábamos competencia sana, queda de súbito en entredicho.
“La investigación de Europol,
la agencia policial de la Unión Europea, halló 380 partidos con resultados
sospechosos en Europa y otros 300 cuestionables fuera del continente,
principalmente en África, Asia, Sur y Centroamérica. "Este es un día
triste para el futbol europeo", afirmó Rob Wainwright, titular de Europol, en una conferencia de prensa.
Agregó que los delincuentes están aprovechando la corrupción en el futbol
"en una escala y un modo que amenaza las mismas bases del juego".
“Una amplia investigación sobre arreglos de resultados de partidos de
futbol ha descubierto más de 680 encuentros sospechosos --incluso
clasificatorios para el Mundial
Brasil 2014 y la Eurocopa,
así como dos de la Champions League--
y halló evidencias de que una organización delictiva con sede en Singapur está
profundamente involucrada en dichos arreglos ilegales, anunció Europol el lunes.”
No es un fenómeno reciente. La decadencia de Maradona vino de la mano
de la manipulación de la mafia italiana y desde esta época la bota ha sufrido
esta peste, Francia hace tres años pasó por una situación similar y aun no sale
del túnel, Alemania también sufrió igual situación hace dos años. América no se
queda atrás, Chile hace una década vivió su calvario, Brasil debió iniciar una
investigación al respecto y sus resultados son penosos. Colombia, para citar una situación aún más
grave, no solo ha visto asesinar árbitros, sino que algunos equipos quedaron en manos de los
carteles en pleno auge de las mafias y hasta hace poco ha podido depurar esta
situación. México deja la sensación que algunos equipos están penetrados por
los carteles de la droga. Es un hecho que ante las grandes sumas que mueve este
deporte, todos nos hemos hecho los de la vista gorda, el espectáculo nos ha obnubilado.
Ahora el escándalo actual toca
la médula pues la situación parece enlodar no solo a personas pertenecientes
al mundo bajo, sino que implica directamen a la FIFA, una
multinacional que se maneja casi como un estado, a los directivos de los
equipos, a las federaciones de los países, a los patrocinadores y a los propios
estados nacionales que terciaron por la sede del mundial utilizando métodos no
santos. La noticia es contundente: “Europol, la policía europea, descubrió
la mayor red de corrupción del fútbol internacional, que alcanza incluso
a la Copa del Mundo y a la Liga de Campeones, además de a varias Ligas
nacionales. Las investigaciones policiales han podido establecer que hay
150 partidos amañados entre 2009 y 2011, y 425 personas implicadas en apuestas
ilegales. Este red delictiva movió ocho millones de euros en beneficios y
alcanza a partidos de la Liga de Campeones y de clasificación para el Mundial”.
Es difícil mantener una actividad de miles de millones de dólares, por fuera
del flagelo de la corrupción. La pregunta es quien le pone la cascabel al gato.
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