Aun no se supera la crisis económica y el mundo padece las consecuencias nefastas de una recesión sin precedentes con las mayores tasas de desempleo de que se tenga noticia. Estados Unidos pese a todas los esfuerzos, está lejos de una reactivación, lo mismo pasa en Europa y Asia mantiene tasas de crecimiento moderadas apenas. Los vertiginosos cambios producidos por una interconectividad total, la globalización rampante y la ausencia de salidas prácticas sobreponen el análisis a los esquemas coyunturales de otros tiempos.
En las Rocosas en los Estados Unidos se reunieron los gurúes de la economía para descifrar que es lo que está pasando y que debe hacerse. Este club de privilegiados, igualmente está lejos de entregar la salida. El problema trasciende las políticas macro y deberá mirarse mucho más allá de lo convenciones a las que nos tienen acostumbrados.
Históricamente de manera cíclica se presentan crisis como esta. Lo que queda claro es que la actual no corresponde a estos ciclos, va mucho más allá de esta constante. El capitalismo, que funciona de acuerdo a unos mínimos: respeto de la propiedad privada, mercado, consumo, comercio, también se cimenta en cierta incrtidumbre que dificilmente se puede descifrar.
Nadie hasta la fecha ha presentado un modelo que remplace al capitalismo. Su lógica, se desarrolla en medio de una posmodernidad rampante, que significa “la cristalización de un nuevo paradigma global cuyo máximo exponente social, político y económico es la Globalización. El mundo posmoderno se puede diferenciar y dividir en dos grandes realidades: La realidad histórico-social, y la realidad socio-psicológica”. Vivimos en un mundo galopante, sin pausas, sobreexcedido de información, jerarquizado por el consumo, no reflexiona se reacciona, nada parece cuestionarse y esta rueda sin control, desboca al sistema económico, que parece no cumplir con las expectativas creadas por su propio desarrollo. Las comunicaciones son ahora más que nunca poder, el lenguaje moldea nuestro pensamiento y no puede haber ningún pensamiento sin lenguaje. Así que el lenguaje crea literalmente la verdad.
Miremos solo una de las grandes variables del sistema. La crisis financiera del mundo, con causas claras en la especulación y la peor expresión del capitalismo salvaje, en un excelente documento producido por el departamento de planeación de Colombia demuestra que ella según “la experiencia internacional muestra que su inicio a estado asociado con la ruptura de burbujas especulativas en el mercado accionario y de bienes raíces. El sistema financiero alimenta la burbuja otorgando préstamos para comprar estos activos. La demanda de crédito se infla de manera artificial aumentando la tasa de interés interna y reduciendo la disponibilidad de recursos para el financiamiento de actividades más productivas. Al romperse la burbuja, el valor de los activos, que a su vez fueron utilizados como garantías bancarias, cae por debajo del valor de la deuda y los problemas de las entidades financieras y de los deudores se agravan”. Emmanuel Todd, en su excelente texto “la ilusión económica”, establece que el capitalismo está soportado en la avaricia individual, en el afán antropológico de interés individual. Si a esto le sumamos, toda la presión ejercida por una sociedad esclavizada por la moda, las imposiciones del mercado, por el afán de esta ahí, en términos de Lipotvetski, por la cultura de lo efímero, el colapso de su lógica responde a la incapacidad para producir excedentes, para cumplir con el cumulo de deseos infinitos en que se somete la población. Basta hablar con un hijo, lo quiere todo, pero no sabe que quiere, la suma de las partes aquí no está clara, el mundo es pequeño para el, pero nunca sabe que lo hace feliz, el inconsciente deseante es imposible de satisfacerse.
Cada vez más las creencias colectivas como la religión, afectan ciertas lógicas, sobre las que se sustentan ciertas variables inexorables del sistema. El mismo “Estado es una creencia colectiva”, pero el concepto de soberanía de suyo, esta cuestionado, más cuando las cuatro multinacionales más grandes del mundo, son más poderosas, que cualquier nación latinoamericana y de muchos países supuestamente ricos. Quien decide.
Posmodernidad y crisis financiera, nudo gordiano, difícil de resolver. Como en la novelas por entrega, esperamos ver como será su final.
1 comentario:
Así es, como puedo inriqueserme sin considerar el problema del otro.
No vamos muy lejos, las plataformas petroleras en el mar, rompimiento de estas; quién pierde, el ecosistema y por ende la población en general. Los propietarios incólumes y los gobiernos cruzados de brazos.
Para las multinacionales: compre, compre, compre,...
Para los trabajadores: Baje salario, baje salario, ....
Pero compre.
Ridícula situación de mercado capitalista.
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