Este es el nombre de un libro que publicaré en Marzo del 2026, reúne un buen numero de ensayos, sobre Colombia algunos, otros de fenómenos políticos del mundo, tienen que ver con las crisis recurrentes (De orden político, económico, social) y cómo las mismas, afectan al ciudadano común, en la toma de algunas decisiones de suma importancia para su vida, generándole casi siempre una visión negativa con respecto a su presente y a su futuro.
Miremos que está pasando en Colombia. Estamos en un momento grave con respecto al orden público, amplias zonas del país están viviendo las consecuencias de la ausencia del estado en todas las materias, del dominio y lucha entre las BACRIM en las mismas, no solo por las rutas del narcotráfico, la minería ilegal y las economías ilegales sino además por la falta de políticas de estado que garanticen su desarrollo, planes de apoyo al sector agrícola, fortalecimiento de la educación y consolidación de la democracia que sigue muy débil precisamente por el control de estas organizaciones y de una clase política clientelista, solo buscan usufructuar el poder para intereses propios y espurios.
En un informe que leí hace poco encontré algunas variables que pueden medir realmente la fortaleza o el estado empírico y no abstracto de la democracia. Decía el mismo: "No hay consenso en torno a una definición general de la democracia, más allá de la noción vaga de gobierno por el pueblo. Algunos teóricos políticos han estado enfatizando este punto
por algún tiempo y los empiristas harían bien en aprender la lección. Aún así, parece haber un consenso relativo sobre los diversos principios normativos que constituyen este término" sumamente variable. Siete principios clave parecen ser de primordial importancia: electoral, liberal, mayoritario, consensual, participativo, deliberativo e igualitario. Cada uno representa una manera distinta de entender qué se requiere para un -gobierno del pueblo-"1.
Nos consideramos en Colombia una democracia haciendo énfasis en el factor electoral como el de mayor importancia. Por alguna razón con la excepción de la academia y algunos analistas, los otros factores frente a la crisis que vivimos no son tenidos en cuenta con la seriedad que amerita. Estamos por esta época en un momento prelectoral y si miramos los discursos de los precandidatos para la presidencia, poco o nada hay de análisis serios y con contenidos basados en estudios rigurosos para entender el momento coyuntural en el sentido amplio de la palabra, que nos agobia desde muchos ámbitos.
En este sentido y haciendo una mirada a los candidatos y a sus propuestas se puede decir sin equivocaciones: Discursos radicales, posiciones de extrema, polarizaciones, ataque bajo a sus oponentes con apoyo de las redes sociales, creaciones de departamentos técnicos para utilizar las TIC y las redes solo con el propósito de destruir al oponente basado en mentiras o en interpretaciones por fuera de contexto y por último, análisis parciales y poco serios solo para realzar sus propuestas.
El país no está siendo leído con rigor por quienes lo van dirigir. Ni la clase media, menos los sectores asalariados en toda su gama, no leen los informes del banco de la republica, ni del DANE, ni los análisis sectoriales y gremiales o las publicaciones técnicas, por falta de tiempo y educación política, ni aquí, ni en la mayoría del mundo.
A esto se suma la ausencia de partidos, la total falta de democracia y participación igualitaria en los cuadros de dirección de los mismos. No hay colectivos en Colombia, pareciera que sólo nos queda un caudillismo muy peligroso que fácilmente termina en autoritarismos.
El mundo vive tensiones muy fuertes. Estados Unidos publica una estrategia que coloca al hemisferio americano como prioridad absoluta y busca restaurar una nueva versión de la Doctrina Monroe, con un reajuste militar y político hacia la región. China pierde el estatus de “amenaza principal” y pasa a ser tratada como competidor económico y riesgo en cadenas de suministro, sin narrativa ideológica ni cruzada de valores. Washington admite el fracaso de las tarifas desde 2017 y quiere una coalición económica contra China, pero enfrenta una contradicción: ¿cómo pedir sacrificios a aliados mientras privilegia acuerdos bilaterales en su beneficio?.
La política y las estrategias del presidente de los Estados Unidos son contradictorias y mira a sus aliado Europeo con desdén olvidándose de la importancia histórica y geopolítica que tienen. Esta administración arremetió contra sus aliados europeos en su nueva Estrategia de Seguridad Nacional. El documento, que define las prioridades de política exterior, acusó a dirigentes europeos de pisotear principios democráticos y de bloquear avances hacia la paz en Ucrania. Sostuvo que Estados Unidos debería fomentar una resistencia frente al rumbo actual de Europa y anticipó una expansión de la presencia militar estadounidense en el continente americano (Cuba, Venezuela, Colombia, México son vistos como focos rojos).
En la última revista de "Economía colombiana" de la contraloría, el editorial señala frente a lo que vive el mundo en materia económica: "Las acciones unilaterales de algunas potencias, las guerras comerciales y las sanciones aplicadas incluso entre países con tratados de libre comercio han generado un ambiente de incertidumbre que erosiona las bases del multilateralismo". Nada más cierto. No se respetan los tratados de libre comercio y es un hecho que las potencias económicas nos llevan ventaja en esta guerra abierta por los Estados Unidos a través de políticas arancelarias. Saber como se juega en este marco es el reto para paises como el nuestro. .
Cuando hablo de las incertidumbres del porvenir me refiero a todos los efectos que produce en el ciudadano de a pie estas realidades tan difíciles de leer pero que tienen consecuencias directas en su psiquis y tomade decisiones.
1.-Variedades de democracia (V-Dem): un enfoque histórico, multidimensional y desagregado
