Las tres "P" rondan la política de estos tiempos. La polarización, los populismos y la posverdad. Es la triada que identifica muchos de los procesos electorales. Un radicalismo rampante, mentiras a granel que encubren propuestas falsas y el dominio de las redes que no acabamos de entender pero, manejan un amplio espectro de la sociedad, la política, he incluso son la plataforma de des-información y manipulación absolutamente peligrosa en todos los niveles.
Las elecciones pasadas de México demostraron que el presidente no estaba tan acabado como lo predicaban sus opositores. Expertos en redes; comunicadores centrados en márquetin electoral y análisis sectoriales, que no es otra cosa que, hablarle a los futuros electores solo en los términos de lo que quieren oír; verdaderos laboratorios electorales, fueron la constante. Solo importa el resultado no se piensa en el país. La actual presidente elegida fungía como opositora. Cosas curiosas al respecto. Menos votos y más curules para la ganadora, alianzas no programáticas y un reinvento de los candidatos a través de inteligencia artificial. Resultado, la elección de Claudia Sheinbaum por una amplia mayoría. Siempre los adeptos pensaron que ella era el cambio y la oposición. Lo que no es cierto ahora.
En Argentina ganó la radicalización con propuestas que en la práctica son casi imposible de realizar. El acierto, hablar solo denigrando de todo lo que se había hecho en los últimos 50 años. Pensar que acabando el estado el problema social y económico se soluciona. Eliminar la gratuidad de la educación es un des-propósito. No niego que haya un cumulo de equivocaciones en los gobiernos populistas anteriores, imperdonables. Pero en un naufragio tampoco se puede echar todo a la borda.
Lo único bueno de las elecciones Venezolanas fue poner por primera vez en tantos años de dictadura, de acuerdo a una oposición dispersa y sin norte. Se develó en todo su amplitud lo malo de esta dictadura; corrupta, perniciosa, populista y aliada con muchas fuerzas ilegales y esto obliga a las democracias occidentales a tomar partido. Un peligro para sus vecinos y principalmente para Colombia, por lo que se puede venir a las portas de una recesión de casi todos los paises andinos. Lo que pasó, sabíamos que iba a suceder, a quien le sorprendió.
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