La JEP,
justicia transicional declaró que los falsos positivos suman hasta hoy 6400,
según los victimarios, los propios militares quienes están declarando en el
tribunal creado por los acuerdos de la Habana. En Colombia se llama con este
nombre al asesinato de jóvenes (inermes, pobres, según los militares, de ningún
valor social) que después fueron presentados como bajas en combate. Fue una estrategia con el único propósito de engañar,
demostrar que el estado estaba ganando la guerra de un conflicto armado que el
presidente de la época negaba (2004-2008).
Desde el
desaparecimiento de estos jóvenes, las madres vienen develando y esclareciendo
esta tragedia, cada madre lleva sobre sus hombros el periplo de búsqueda del
hijo frente a un estado que niega desde el principio los hechos, esquilma sus
responsabilidades.
Este gobierno
por gracia de una solidaridad por fuera de toda sindéresis, siempre sale en
defensa de su jefe político e intimida con sus declaraciones a los magistrados
frente hechos oprobiosos que es muy difícil negarlos, debería más bien
propiciar su esclarecimiento.
Colombia
desde hace cincuenta años o más vive una violencia cruel, lacerante. Este hecho
se suma a los miles de masacres, asesinatos de líderes sociales y la anarquía de
vastas zonas del país donde no hay presencia del estado. Hay una elite empoderada y que no está dispuesta
a dejar sus privilegios, se sostiene de cualquier manera. De igual manera
existe una derecha que cada vez se consolida más, es dictatorial y fomenta el
paralitarismo, grupos armados por fuera de la ley encargados de hacer limpieza
social.
Desmovilizados
de la FARC, el ELN, la delincuencia armada ósea las BACRIM, los narcotraficantes
tienen al país arrinconado. La sociedad en
medio sufre las consecuencias. En el caso de los falsos positivos, esperamos
que no queden impunes estos asesinatos donde está comprometido el estado y por
su puesto a las fuerzas militares.
Las madres de
estos hijos quienes han presionado y de alguna manera han ayudado al esclarecimiento
de los hechos sólo esperan conocer la verdad y que haya justicia. Es necesario
que las fuerzas militares asuman sus responsabilidades y suponemos que estos
hechos corresponden a una estrategia que compromete al estado, es preciso saber saber quién estuvo detrás de los mismos.
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