Hay decisiones
en el orden institucional que son cómo un tsunauni, levantan una polvareda,
como la que tomó el alcalde de Medellín en Colombia, de iniciar un proceso
civil y penal en principio, buscando culpables e indemnizaciones, frente a la
tragedia en la construcción de “Hidruitaango”, que le ha costado tanto a las
empresas públicas de Medellín (EPM) sin consultar a la junta directiva. Se pregunta
en la demanda respectiva: cuál fue el papel de las interventorías, de las
aseguradoras, de los organismos de control, de los mismos funcionarios públicos
y por supuesto de los contratistas. Cuáles fueron las decisiones
administrativas equivocados que al final produjeron semejante desastre. Después de recibir el palo de los medios de comunicación, de la élite de este
país y de los especialistas, salió airoso de la misma indagación y caos mediático,
sin levantar la voz, con la mayor tranquilidad y conocimiento, con la mayor sindéresis que
haya escuchado y visto en materia de administración pública.
“Un parte de
tranquilidad, dio Álvaro Guillermo Rendón, en el sentido de que el Grupo EPM continúa
sin interrupción sus operaciones y atendiendo sus compromisos, dio el gerente
general de esta organización antioqueña, Álvaro Guillermo Rendón, tras
conocerse la renuncia masiva de los miembros de su junta directiva el martes en
la tarde. Y si bien dijo que las directivas del Grupo, incluido el alcalde de
Medellín, Daniel Quintero, respetan la decisión, no comparten los motivos que
la impulsaron. Le puede interesar: Sube
costo de descalabro en Hidroituango; ahora valdrá $ 16,2 billones”.
Esto respondió
el gerente en los medios ante estos hechos, la entrevista que le da claridad al
tema, fue tomada del periódico “El tiempo” de Bogotá:
“¿Qué
significa esta inusual ruptura en el sector empresarial antioqueño?
En Antioquia
el sector público y privado van muy de la mano, y esto no se romperá por esta
situación, porque no la produjo la administración ni fue un cambio de junta del
alcalde (Daniel Quintero), que por el contrario la ratificó, sino una decisión
de sus miembros que debe ser respetada y a quienes hago un reconocimiento por
su gran labor en estos años. No hubiéramos querido que se presentara, pero hay
que decir que la organización sigue su camino sin que esto afecte sus tareas
cotidianas en el marco del gobierno corporativo, porque esta es una empresa que
siendo pública se comporta todo el tiempo como si fuera privada.
¿Quién les
aceptará ahora ser miembro de la junta?
Esta tarea la
adelanta el alcalde de Medellín donde hay prestantes empresarios y miembros de
la academia que seguro serán llamados (8 personas) para que se integren lo más
pronto posible y se genere esa normalidad que la compañía necesita. Por ahora,
todas las decisiones están tomadas, no hay ninguna en la mesa que tenga una
urgencia manifiesta para ser decidida por la junta, lo que da tiempo para la
selección y posesión de la nueva junta.
Contrario a
lo que la élite piensa, pues se le vino encima al alcalde, lo mismo que el
gobierno central y algunos gremios, el alcalde está defendiendo la
institucionalidad. Lo primero que hay que decir es que, de no haberse presentado
la demanda, habría caído EPM en vencimiento de términos, lo que era gravísimo para
la ciudad. Dijo el Alcalde al ser entrevistado: “No me
arrepiento de la millonaria demanda contra los constructores de Hidroituango,
así haya causado esta decisión tanta polvareda. pienso que solo debo consultarle al gerente, siempre en defensa dineros públicos u lo público”. A través de una carta, los
directivos de EPM, presentaron su renuncia al alcalde de Medellín argumentando
que no fueron tenidos en cuenta en decisiones de la compañía como la
multimillonaria demanda de EPM a constructores de Hidroituango por sobrecostos.
“Decían que no se les había consultado varios temas, les mostramos en las
juntas con actas firmadas por ellos que esos temas habían sido tratados y que
no era potestad de la junta decidir sino del gerente y vicepresidente”, afirmó
el alcalde de Medellín”.
Existen
juntas que por alguna razón se eternizan y actúan cómo si no representaran a la
comunidad, en la pretendida defensa de los intereses de la empresa y la sociedad, al final,
terminan convirtiéndose en una especie de gobernanza elitista, en contra de la
misma comunidad que, dicen defender, perversa. Hace bien el
alcalde en retomar estas juntas en favor de la comunidad que ve, como se toman
decisiones, en empresas que suponen son suyas, sin ningún pensamiento
solidario con quienes, son sus verdaderos dueños. Bien por el alcalde. Sin
algún comentario al respecto. Creo que todo está claro.
1 comentario:
Yo dije al periodico El Colombiano, que hay una canción que la aprendí en la escuela, eso La Junta Dire3ctiva lo hizo64 años; sí un niño a ella falta se le corrige sin la institución perjudicar. Las Juntas Directivas como las gerencias y todo cargo de manejo son circunstanciales, hoy están y mañana no, pero la institución queda, con ellos o sin ellos.
Tenemo liderazgo para rato, podemos cambiar esa junta y la de Ruta N sin problemas.
El Gobernante de turno que también es circunstancial, tiene que velar por los recursos públicos. ¿La Junta Directiva lo hizo? pues no porque se consideran eternos.
Y aquí no hace falta nadie. Pero sobran todos las empresas d control como las auditoras. Estas donde emitieron un juicio. En ninguna parte y ahí están.
Elkin de Jesús Uribe Carvajal
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