La historia de México y estados Unidos nunca ha sido color de rosa. Es la historia de un saqueo permanente y de imposiciones. Comparten una frontera natural inmensa, cargada de historia. Desde hace más de cinco décadas con un pragmatismo descarnado, se maneja una política fronteriza muy delicada, esto les ha permitido reconocer sus diferencias y consolidar firmemente sus convergencias. Hoy, El narcotráfico ha puesto otra vez en contexto enormes inequidades.
No ha sido fácil para estos dos países tener opiniones tan diferentes sobre cómo enfrentar el fenómeno. Desafortunamente en este caso, México pone los muertos y los Estados Unidos el consumo desbordado. Recordemos que el escenario de estos hechos tiene una carga de resentimientos históricos que aún pesa mucho. Escribe Yoremes Weblog, en la red: "La guerra con Estados Unidos supuso para México, la pérdida de más del 55% de su territorio (2.400.000 km2), en tanto que Estados Unidos, cumpliendo con la doctrina del destino manifiesto, proclamada por John L. Sullivan en 1845, se anexó tierras de enormes riquezas agrícolas, mineras y petroleras, puertos excelentes y logró una dominante situación estratégica y geopolítica mundial." Este capítulo nefasto, siempre estará latente, como una espina.
Acapulco es un hervidero de asesinatos y peleas entre capos que ha desbordado todas las estadísticas. El norte de México vive un infierno que ha dejado al descubierto los errores garrafales que por décadas han cometido los sucesivos gobiernos: Corrupción, soborno, desinstitucionalización, injusticia social y abandono, son apenas algunos hechos que han salido a la palestra.
Desde su posesión el presidente Calderón decidió enfrentar a los carteles. Cuando comenzó a desgranar la mazorca y a tomar decisiones reales, sin temer por las conscuencias de su política frentera y consciente del grave problema de corrupción que tenía México. De igual manera, desde este momento, los señores capos, fueron mostrando su poder y crueldad. México ha sido testigo de una verdadera carnicería humana. La historia reciente del narcotráfico y de las posiciones divergentes de los dos países implicados da para un libro. El último capítulo confirma esta situación:”La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, anunció este sábado la renuncia del embajador de Washington en México, después de que el presidente mexicano Felipe Calderón dijo que los cables diplomáticos del embajador habían dañado las relaciones bilaterales. El embajador Carlos Pascual 'transmitió su decisión de volver a Washington basada en su deseo personal de asegurar la estrecha relación entre nuestros dos países y para evitar temas planteados por el presidente Calderón que podrían desviar la atención de asuntos importantes para avanzar en nuestros intereses bilaterales', dijo Clinton en un comunicado.” Durante su visita a Washington a comienzos de marzo, Calderón dijo que las filtraciones de cables diplomáticos estadounidenses por parte de Wikileaks causaron un 'serio daño' a la relación entre Estados Unidos y México. Consultado sobre si había perdido su confianza en el embajador estadounidense en México, Calderón respondió: 'Es difícil construirla (la confianza) y es fácil perderla”.
Estados Unidos no ha tenido una política clara ni sincera frente al tema. Es una realidad a puño, que de nuevo deja ver cierta posición imperial, frente a un problema que directamente afectan a su pueblo. La política del presidente Obama, no ha cambiado frente a la de sus predecesores sobre el tema. Colombia, que no tiene TLC, que viene rogando por su aprobación, que ha sido un gobierno casi pro-norte, en contra de muchos de sus vecinos, sabe lo que es un tratamiento discriminado, pese o a los s esfuerzos descomunales sobre el tema del narcotráfico. Colombia ha puesto los muertos, el daño de sus territorios, la intervención de zonas de resguardo, la intromisión de tropas…en fin. Esperamos que México no repita la historia.
No ha sido fácil para estos dos países tener opiniones tan diferentes sobre cómo enfrentar el fenómeno. Desafortunamente en este caso, México pone los muertos y los Estados Unidos el consumo desbordado. Recordemos que el escenario de estos hechos tiene una carga de resentimientos históricos que aún pesa mucho. Escribe Yoremes Weblog, en la red: "La guerra con Estados Unidos supuso para México, la pérdida de más del 55% de su territorio (2.400.000 km2), en tanto que Estados Unidos, cumpliendo con la doctrina del destino manifiesto, proclamada por John L. Sullivan en 1845, se anexó tierras de enormes riquezas agrícolas, mineras y petroleras, puertos excelentes y logró una dominante situación estratégica y geopolítica mundial." Este capítulo nefasto, siempre estará latente, como una espina.
Acapulco es un hervidero de asesinatos y peleas entre capos que ha desbordado todas las estadísticas. El norte de México vive un infierno que ha dejado al descubierto los errores garrafales que por décadas han cometido los sucesivos gobiernos: Corrupción, soborno, desinstitucionalización, injusticia social y abandono, son apenas algunos hechos que han salido a la palestra.
Desde su posesión el presidente Calderón decidió enfrentar a los carteles. Cuando comenzó a desgranar la mazorca y a tomar decisiones reales, sin temer por las conscuencias de su política frentera y consciente del grave problema de corrupción que tenía México. De igual manera, desde este momento, los señores capos, fueron mostrando su poder y crueldad. México ha sido testigo de una verdadera carnicería humana. La historia reciente del narcotráfico y de las posiciones divergentes de los dos países implicados da para un libro. El último capítulo confirma esta situación:”La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, anunció este sábado la renuncia del embajador de Washington en México, después de que el presidente mexicano Felipe Calderón dijo que los cables diplomáticos del embajador habían dañado las relaciones bilaterales. El embajador Carlos Pascual 'transmitió su decisión de volver a Washington basada en su deseo personal de asegurar la estrecha relación entre nuestros dos países y para evitar temas planteados por el presidente Calderón que podrían desviar la atención de asuntos importantes para avanzar en nuestros intereses bilaterales', dijo Clinton en un comunicado.” Durante su visita a Washington a comienzos de marzo, Calderón dijo que las filtraciones de cables diplomáticos estadounidenses por parte de Wikileaks causaron un 'serio daño' a la relación entre Estados Unidos y México. Consultado sobre si había perdido su confianza en el embajador estadounidense en México, Calderón respondió: 'Es difícil construirla (la confianza) y es fácil perderla”.
Estados Unidos no ha tenido una política clara ni sincera frente al tema. Es una realidad a puño, que de nuevo deja ver cierta posición imperial, frente a un problema que directamente afectan a su pueblo. La política del presidente Obama, no ha cambiado frente a la de sus predecesores sobre el tema. Colombia, que no tiene TLC, que viene rogando por su aprobación, que ha sido un gobierno casi pro-norte, en contra de muchos de sus vecinos, sabe lo que es un tratamiento discriminado, pese o a los s esfuerzos descomunales sobre el tema del narcotráfico. Colombia ha puesto los muertos, el daño de sus territorios, la intervención de zonas de resguardo, la intromisión de tropas…en fin. Esperamos que México no repita la historia.
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