Casi todos los periódicos importantes del país, hicieron el balance sobre los resultados concretos en estos primeros seis meses del gobierno del doctor Santos. Se nota que la luna de miel se está acabando y de hecho, esperan resultados efectivos en términos de productividad, reducción de las alzas, sobre todo en materia de alimentos, empleo, seguridad nacional, para hablar tan solo de algunas variables. Aun así, el examen es positivo, con algunas excepciones, como la del periódico el Colombiano, que asevera que los resultados están por verse y que más bien se está retrocediendo en materia de seguridad. El gobierno de unidad nacional, sigue su marcha, mantiene una popularidad envidiable y su estilo de gobierno, se consolida. El Uribismo ha entendido, que este gobierno, respetando buena parte de sus programas, es independiente, de su ideología y de sus cuadros. Santos ha demostrado que es un gobernante que delega, pero controla, su equipo cuenta, no solo para ejecutar políticas, sino para proponerlas, goza de la autonomía que le fue quitada en el pasado gobierno, el componente técnico prevalece sobre el político. Las expectativas, de acuerdo a lo propuesto en su plan de desarrollo y los lineamientos expuestos en los diferentes pronunciamientos, están vigentes: Énfasis en la política minera, recuperación de la agricultura como factor de desarrollo e impulso social para grandes territorios vulnerables del país, infraestructura, mucha inversión a la innovación e investigación, reformas legislativas serias, que constituirán herramientas para dirimir el conflicto social y de tierras, inversión extranjera e incentivos a la productividad en todo su contexto: Pymes, industria, servicios..En fin, el paquete completo se está ejecutando. No será fácil, la economía mundial, sigue muy enferma, hasta ahora su reactivación está lejana y más bien existe un reacomodamiento de la economía a la crisis, convivimos con ella, no la superamos en esencia.
Este año, es eminentemente electoral. Santos lo entiende muy bien. El protagonismo está en la política regional y en este contexto, los partidos están debilitados frente al resurgimiento de líderes muy fuertes, por fuera de los partidos, quienes dominan la política en casi todos los departamentos y las principales ciudades. Como se comportarán los partidos tradicionales, frente a los movimientos de renovación, para darles un nombre: Partido verde, La U y el Polo, que harán estos, frente a la variable de coaliciones. Bogotá es el mejor ejemplo. Allí, las cosas están como para alquilar balcón. Uribe, no ha querido dar apoyo a ninguno de los candidatos visibles. Quiere demostrar su poder electoral para ir configurando y consolidando su movimiento, que debe quedar claro, está por fuera del partido de la U, pese a la insistencia del senador Juan Lozano, para que no sea de esta manera. El polo, definitivamente esta totalmente perdido, Petro por fuera del mismo no se acomoda, el partido liberal aun no muestra sus cartas, pero puede estar descontado que estará con Peñalosa y el partido conservador, hasta ahora está lejos de ser alternativa de gobierno. Quedan ruedas suelta, de suma importancia como Gina Parody y lógico, aparecerán más sorpresas en el variopinto tablero de la política capitalina. En el resto del país, no será diferente. Como se comportará la unidad nacional bajo el liderazgo del gobierno de Santos. Esta será la inquietud mayor, como moverá sus fichas el presidente.
Capítulo aparte merece el orden público. Colombia tiene un problema muy grave en esta materia y las medidas, siguen siendo coyunturales. No hay política al respecto y pese a las excelentes reformas al respecto, el gobierno deberá ser más enfático en esta materia. Solo los resultados efectivos tranquilizarán a la población. Como ven la política, está como para alquilar Balcon.
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