Existe un protocolo que permite afirmar categóricamente a los expertos en el tema y a las empresas encargadas de las mismas, que las encuestas técnicamente están diseñadas para obtener resultados con un grado de certeza y previsión my alto, pero no es menos cierto que persisten interrogantes muy serios sobre el papel manipulador o catalizador de las mismas en los procesos electorales. Y no lo afirmamos por el prurito de descubrir lo evidente, sino para descifrar la relación estrecha que se da en este momento entre las mismas, las famosas redes sociales sustentadas en la TIC y la franja abstencionista, que poco a poco está siendo comprometida a través de estos mecanismos y que puede revolucionar la manera de hacer política en Colombia. Empecemos a desenvolver el ovillo:
1.- Las encuestas son solicitadas con un interés predeterminado, desde su diseño existe un interés a priori marcado, por ello su neutralidad está cuestionada.
2.- El encuestador realiza el diseño de la misma, hace las preguntas y escoge a los encuestados.
3.- El manejo estadístico de las respuestas también tiene una carga subjetiva muy grande.
4.- Los medios y el encuestado están lejos de conocer la ficha técnica de las mismas, que es donde está la radiografía del interés implícito en su diseño.
5.- Dice un filósofo callejero, quien pregunta sabe la respuesta, pero está claro que la publicación de los resultados marca una tendencia, pues crea una atmosfera, bien sea triunfalista o de derrota, es de Perogrullo que el efecto inmediato de sumarse al barco ganador, constituye una clara tendencia en materia política y a partir de las mismas se han generado todo tipo de alianzas.
Obama representa en materia de campañas una verdadera revolución. Manejo perfectamente las TIC y supo torcerle el cuello a la opinión y de hecho a las encuestas. Creó una oleada de intérpretes, expertos, para contextualizar a su favor todo lo que sucedía, incluso los resultados de las encuestas, administrando la información en doble vía y multiplicando a través de los medios sus resultados, con un ítem, siempre a favor suyo. Aun no se han analizado en su totalidad este fenómeno.
De hecho, en Colombia, los partidarios del partido verde, estamos viviendo un fenómeno similar. Es inevitable, como la red, estas obligado a entrar en el juego y que mejor hacerlo con inteligencia, pero nunca negaremos las dudas de los mecanismo implícitos en un tema tan delicado.
El tema ha sido suficientemente debatido en los Estados Unidos, donde nada funciona sin encuestas. La ciencia de las encuestas ha alcanzado su state-of-the-art. Sabemos qué es lo que hay que hacer; el problema es que el ser humano siempre se entromete”, dice uno de los encuestadores más grandes del país del norte. El mismo, se refiere al protocolo de las probabilidades manejadas en las apuestas que han servido de plataforma para analizar las tendencias en materia electoral, porque hay una relación estrecha entre los resultados y los nuevos simpatizantes que devienen después de la publicación de los mismos, punto donde estas asumen un papel preponderante, manipulador si se quiere.
Es importante leer, este comentario de la mano de un experto:
Según Abraham Wyner, las nuevas tecnologías de la información han facilitado la realización de encuestas que llegan más deprisa a las personas, pero esto puede derivar en resultados que no son exactos, como el caso de pequeñas muestras bien seleccionadas. “Lo que tiene que quedar claro es de que forma la era de la información afectará a las encuestas. ¿Se puede utilizar un ordenador o un teléfono móvil para llevar a cabo una encuesta fiable?
Muchas de las encuestas instantáneas llevadas a cabo en Internet o la televisión carecen de significado, señala. “Una estación de televisión puede decir: ‘Vote en nuestra página web, o utilice su teléfono móvil para llamar a este número gratuito’. Este tipo de encuestas de alta tecnología son baratas de hacer, pero son tan validas como inventarse números. No tienen sentido”. Lo peor de este tipo de encuestas, añade Wyner, es la nota que exonera de responsabilidad en cuanto a su validez científica. “Deberían limitarse a decir, ‘Nos lo hemos inventado’”.
Las nuevas formas de comunicación han amplificado el impacto de las encuestas, destaca Wyner. “Existen weblogs que hacen constante referencia a las diferentes encuestas. Existe todo tipo de discusiones en tiempo real y chats de alto perfil que manejan todo este tipo de información. La gente se relaciona hoy de una manera como nunca lo había hecho antes, y la información está proliferando de una manera que antes sería imposible. Las empresas de encuestas tan sólo son ahora una pieza más del engranaje en una red inmensa de bloggers, apostantes individuales y periódicos. Todo es parte de un gran sistema. Hay todo un mundo más allá de las simples encuestas”.
Es un hecho, no conocemos la dimensión real del barco informático y mediático que no está llevando. Amanecerá y veremos.
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