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lunes, enero 26, 2009

SUJETO Y PODER

La puesta en escena de los fundamentos de la democracia, de sus principios, de aquellos escritos que la hicieron posible, realizada por el presidente americano en el día de su posesión, no es otra cosa que una mirada a la relación sujeto y poder tan estudiada por Michel Foucault. He querido volver sobre el tema, no solo por lo agitado del debate, sino por los efectos de la crisis financiera, económica y la bancarrota de los bancos de inversión que se llevaron por delante tanto incauto. Cuando un banco se quiebra, el problema es de estado y la obligación del mismo es salvarlo, crear todos los mecanismos que no permitan visualizar la crisis, lo mismo sucede con las grandes empresas, pero en el caso concreto del sujeto, su vida, sus problemas, no solo frente a este fenómeno, sino a muchos casos similares, no cuentan, es un simple espectador. Foucault con respecto a este fenómeno, fue muy certero sobre el problema de base, ósea, cómo se expresa el poder en el sujeto: “Voy a intentar o, mejor, mostrar en qué dirección se puede desarrollar un análisis del poder que no sea simplemente una concepción jurídica, negativa, del poder, sino una concepción positiva de la tecnología del poder. “, adelante agregaba: “En todo caso, .la cuestión que yo quería plantear es la siguiente: ¿Cómo fue posible que nuestra sociedad, la sociedad occidental en general, haya concebido el poder de una manera tan restrictiva, tan pobre, tan negativa? ¿Por qué concebimos siempre el poder como regla y prohibición, por qué este privilegio? Evidentemente podemos decir que ello se debe a la influencia de Kant, idea según la cual, en última instancia, la ley moral, el « tú no debes», la oposición «debes/no debes» es, en el fondo, la matriz de la regulación de toda la conducta humana. Pero, en verdad, esta explicación por la influencia de Kant es evidentemente insuficiente”. El mundo, gracias a las grandes tecnologías, se ha reducido de manera dramática, pero la concentración de poder ha hecho también que este en manos de unos pocos y las garantías para el individuo son más bien pocas. En derecho se habla de mecanismos garantizadores, en economía, el marco teórico legal, que le permita al individuo algún contrapeso frente al monumental estado, es nulo. Cuando Foucault, describía el poder, recurría al pensamiento marxista y a Marx: “En resumen, lo que podemos encontrar en el libro II de “El Capital”, es, en primer lugar, que en el fondo no existe un poder, sino varios poderes. Poderes quiere decir: formas de dominación, formas de sujeción que operan localmente, por ejemplo, en una oficina, en el ejército, en una propiedad de tipo esclavista o en una propiedad donde existen relaciones serviles. Se trata siempre de formas locales, regionales de poder, que poseen su propia modalidad de funcionamiento, procedimiento y técnica. Todas estas formas de poder son heterogéneas. No podemos entonces hablar de poder si queremos hacer un análisis del poder, sino que debemos hablar de los poderes o intentar localizarlos en sus especificidades históricas y geográficas. “Se expresa de mil maneras. Resulta que para que el sistema funcione ( a propósito de la crisis), es necesario estimular el gasto y el consumo que apalanque la productividad de los países. Es un galimatías, que terminará no solo por colapsar, sino que está acabando con el planeta. La rentabilidad, es la razón de ser económico, esto es lo único que cuenta, pero las cargas que sostiene, las obligaciones pecunarias impuestas por el estado, son demasiadas. El individuo, el ciudadano, el sujeto de la calle, debe preguntarse, quien impone las reglas, a que está jugando. Zizek, frente al tema, en un artículo muy lucido sobre la sociedad de consumo, escribe: “La visión es que el funcionamiento de nuestra vida capitalista de todos los días es tan frenética, tan alocada, que para sobrevivir necesitas tomarlo como si fuera un juego, no un compromiso real, porque si estas demasiado comprometido te vuelves loco. Creo que el funcionamiento de la ideología es, en este punto, fetichista. .Que significa el fetichismo en este contexto? Los fetichistas no son idiotas, son realistas. Un fetichista es alguien que, aferrándose a su fetiche, puede soportar la realidad tal como es.” Desde los gustos más ínfimos, hasta la razón de ser de nuestra existencia, parece ser impuesta. Es un tema para locos, delimitarlo apenas es un ejercicio.

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