EL PELIGROSO JUEGO DE INTERESES ENTRE LOS PODERES DEL ESTADO COLOMBIANO
Sólo puedo decirles que ojalá los razonamientos de la segunda instancia sean de mejor calidad epistemológica que los míos. Ramiro Marín
La intempestiva renuncia de Ramiro Marín como jefe de la Unidad de fiscales delegados ante la Corte, después de conocer la decisión tomada por el viscefiscal Guillermo Mendoza de dejar en libertad al senador Uribe, despierta suspicacias muy graves. El doctor Ramiro ha establecido con absoluta claridad que “no renuncia porque Mario Uribe haya sido dejado en libertad, sino porque en el proceso resultó lastimada la independencia judicial y con ello mi honor personal, familiar y profesional”. No estamos hablando de cualquier funcionario, sino de un hombre con 31 años de trayectoria, absolutamente limpio, sin ninguna sanción disciplinaria, quien ha presentado ante los medios las razones que soportaban la detención preventiva del senador y que se ve asaltado en su dignidad profesional. Es imposible negar la politización de la justicia y no resulta temerario poner en tela de juicio la independencia de la fiscalía. Hasta donde llegaremos, aun no lo sabemos, pero existe una confluencia y entrecruzamiento de poderes, de intereses, que me atrevo a expresar, que los medios de comunicación por lo mediático de tanta noticia, no alcanzan a develar la magnitud de los sucesos. Hay hechos muy contundentes, por lo que se ha visto últimamente: los paramilitares lograron enrarecer el ambiente y han puesto a pelear a la corte con el presidente, situación que les favorece enormente. De igual manera es imposible desconocer la penetración del paramilitarismo en la fiscalía y en el ejecutivo, que aunque no comprometen al presidente directamente, si ponen en cuestión muchos de los filtros que debería tener la casa de Nariño. El doctor Marín expreso para la revista semana: “Ahí hay una paradoja. El CTI es de la Fiscalía y le presta apoyo a la Corte para investigar. Entonces uno pensaría que acá no deberíamos tener problemas en materia de investigadores. Lo único que puedo decirle sobre ese tema es que me preocupa que la independencia y la autonomía del funcionario judicial, sea magistrado o fiscal, no vaya a seguir en una pendiente resbaladiza porque ese es un problema grave para el país. La rama judicial es el sustento del Estado de derecho.”La situación es grave no cabe duda, lo malo es que el presidente asume frente a los hechos ser asaltado en su dignidad, cada vez que se le hace una crítica. Amanecerá y veremos
Sólo puedo decirles que ojalá los razonamientos de la segunda instancia sean de mejor calidad epistemológica que los míos. Ramiro Marín
La intempestiva renuncia de Ramiro Marín como jefe de la Unidad de fiscales delegados ante la Corte, después de conocer la decisión tomada por el viscefiscal Guillermo Mendoza de dejar en libertad al senador Uribe, despierta suspicacias muy graves. El doctor Ramiro ha establecido con absoluta claridad que “no renuncia porque Mario Uribe haya sido dejado en libertad, sino porque en el proceso resultó lastimada la independencia judicial y con ello mi honor personal, familiar y profesional”. No estamos hablando de cualquier funcionario, sino de un hombre con 31 años de trayectoria, absolutamente limpio, sin ninguna sanción disciplinaria, quien ha presentado ante los medios las razones que soportaban la detención preventiva del senador y que se ve asaltado en su dignidad profesional. Es imposible negar la politización de la justicia y no resulta temerario poner en tela de juicio la independencia de la fiscalía. Hasta donde llegaremos, aun no lo sabemos, pero existe una confluencia y entrecruzamiento de poderes, de intereses, que me atrevo a expresar, que los medios de comunicación por lo mediático de tanta noticia, no alcanzan a develar la magnitud de los sucesos. Hay hechos muy contundentes, por lo que se ha visto últimamente: los paramilitares lograron enrarecer el ambiente y han puesto a pelear a la corte con el presidente, situación que les favorece enormente. De igual manera es imposible desconocer la penetración del paramilitarismo en la fiscalía y en el ejecutivo, que aunque no comprometen al presidente directamente, si ponen en cuestión muchos de los filtros que debería tener la casa de Nariño. El doctor Marín expreso para la revista semana: “Ahí hay una paradoja. El CTI es de la Fiscalía y le presta apoyo a la Corte para investigar. Entonces uno pensaría que acá no deberíamos tener problemas en materia de investigadores. Lo único que puedo decirle sobre ese tema es que me preocupa que la independencia y la autonomía del funcionario judicial, sea magistrado o fiscal, no vaya a seguir en una pendiente resbaladiza porque ese es un problema grave para el país. La rama judicial es el sustento del Estado de derecho.”La situación es grave no cabe duda, lo malo es que el presidente asume frente a los hechos ser asaltado en su dignidad, cada vez que se le hace una crítica. Amanecerá y veremos
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