Las bolsas Asiáticas, las Europeas y las de las principales capitales Latinoamericanas sufrieron su peor caída en el día de ayer. Es indudable que este es el efecto de la crisis Norteamericana que en términos del Wall Street Journal solo ha padecido dos recesiones en los últimos 25 años y ambas fueron cortas y leves. Hay buenas razones para temer que la recesión que se avecina, si es que llega, pueda ser peor. Y adelante agrega: El sector inmobiliario está en medio de su peor bajón desde los años 70. Eso ha provocado el desplome del mercado hipotecario y Las firmas financieras, que tratan de contener sus pérdidas, han dificultado la entrega de créditos, incluso a los prestatarios poco riesgosos.
La combinación de fuertes cargas de deuda, los altos precios de la energía y los alimentos y un mercado laboral que se debilita ha llevado a que los hogares estadounidenses se ajusten el cinturón. El gasto de los consumidores, que durante mucho tiempo ha sido un motor de la economía, se está tambaleando. Colombia sufre los primeros síntomas graves de la misma, además de estar perdiendo su segundo socio comercial gracias a los enfrentamientos personales de los dos mandatarios y realmente medidas contundentes al respecto no se ven venir con la rapidez que esperamos. Es un hecho que el gobierno nunca asumió la responsabilidad de bajar el gasto frente al déficit fiscal en épocas de vacas gordas y ahora este error saldrá a flote con consecuencias muy serias. No estamos diciendo que entremos de hecho en una recesión inmediata pero esperamos podamos sortear todo lo que sucede en el mundo con inteligencia.
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