LA ENCRUCIJADA DE VENEZUELA A LAS PORTAS DEL REFEREMDUM
El domingo se decide gran parte de la suerte institucional de Venezuela, su futuro político y social, en unos comicios donde se vota una reforma constitucional, presentada por el propio Chávez a la Asamblea Nacional en agosto, que plantea la reelección presidencial ilimitada, mayores atribuciones al Poder Ejecutivo, y sienta las bases para la construcción del socialismo estructurado desde el palacio de Miraflores. Es evidente que para estos comicios, por primera vez en casi nueve años en el poder, el proyecto de Chávez no arranca como favorito en las encuestas, que hablan de la posibilidad de resultados muy parejos. La propuesta de reforma ha generado disidencias en el chavismo, siendo las más notorias las del partido de izquierda moderada Podemos, así como el ex ministro de la Defensa, Raúl Baduel, y la ex esposa de Chávez, madre de su hija menor y ex constituyente en 1999, María Isabel Rodríguez. Hasta aquí, tenemos noticias en Blanco y Negro. Pero la situación es más delicada, el país vecino se juega la carta más importante en esta elección, que decide gran parte de su futuro, donde un presidente, con todas las variables de un dictador constitucional y a base de pueblo, se ha venido abrogando la mayoría de poderes del estado, en una concentración de poder que esta lejos de cualquier modelo de democracia seria y como suele suceder en estos casos, la libertad política y de prensa, están cada vez más cercenados. Venezuela, podría eternizarse con un hombre, impredecible, locuaz, con una manipulación de la historia nefasta, que además, se mueve al son de sus caprichos, con total irrespeto por sus pares, por los organismos internacionales, que le quitan absoluta calificación a ciertos proyectos suyos, que siendo buenos, en sus manos, se convierten en dudosos y sin la estructura institucional que le de viabilidad a largo plazo, pues el señor dictador los cambia al son de su genio, que es bastante dispar. También es cierto que la clase política de Venezuela, en los últimos treinta años, fue la más corrupta de Latinoamérica, sembró las bases históricas de lo que está sucediendo y a falta de liderazgos y oposición organizada, el chavismo se fue convirtiendo en una alternativa popular, la cual ha ganado las últimas siete elecciones y hoy con la reforma propuesta pone en jaque la institucionalidad del país y podría consolidar definitivamente un modelo socialista, absolutamente atípico, que está lejos de ser alternativa seria para el pueblo, que se impulsa a base de promesas, enmarcada en una articulado sin estructura, sin un marco teórico de carácter político coherente, pero sostenida con la peor corrupción, manejada a dedo desde el ejecutivo. No es fácil la situación de Venezuela y es cierto que la oposición no es la mejor organizada, esperemos, como se decide la suerte pues como la serie de television veinticuatro horas, cada minuto cuenta.
El domingo se decide gran parte de la suerte institucional de Venezuela, su futuro político y social, en unos comicios donde se vota una reforma constitucional, presentada por el propio Chávez a la Asamblea Nacional en agosto, que plantea la reelección presidencial ilimitada, mayores atribuciones al Poder Ejecutivo, y sienta las bases para la construcción del socialismo estructurado desde el palacio de Miraflores. Es evidente que para estos comicios, por primera vez en casi nueve años en el poder, el proyecto de Chávez no arranca como favorito en las encuestas, que hablan de la posibilidad de resultados muy parejos. La propuesta de reforma ha generado disidencias en el chavismo, siendo las más notorias las del partido de izquierda moderada Podemos, así como el ex ministro de la Defensa, Raúl Baduel, y la ex esposa de Chávez, madre de su hija menor y ex constituyente en 1999, María Isabel Rodríguez. Hasta aquí, tenemos noticias en Blanco y Negro. Pero la situación es más delicada, el país vecino se juega la carta más importante en esta elección, que decide gran parte de su futuro, donde un presidente, con todas las variables de un dictador constitucional y a base de pueblo, se ha venido abrogando la mayoría de poderes del estado, en una concentración de poder que esta lejos de cualquier modelo de democracia seria y como suele suceder en estos casos, la libertad política y de prensa, están cada vez más cercenados. Venezuela, podría eternizarse con un hombre, impredecible, locuaz, con una manipulación de la historia nefasta, que además, se mueve al son de sus caprichos, con total irrespeto por sus pares, por los organismos internacionales, que le quitan absoluta calificación a ciertos proyectos suyos, que siendo buenos, en sus manos, se convierten en dudosos y sin la estructura institucional que le de viabilidad a largo plazo, pues el señor dictador los cambia al son de su genio, que es bastante dispar. También es cierto que la clase política de Venezuela, en los últimos treinta años, fue la más corrupta de Latinoamérica, sembró las bases históricas de lo que está sucediendo y a falta de liderazgos y oposición organizada, el chavismo se fue convirtiendo en una alternativa popular, la cual ha ganado las últimas siete elecciones y hoy con la reforma propuesta pone en jaque la institucionalidad del país y podría consolidar definitivamente un modelo socialista, absolutamente atípico, que está lejos de ser alternativa seria para el pueblo, que se impulsa a base de promesas, enmarcada en una articulado sin estructura, sin un marco teórico de carácter político coherente, pero sostenida con la peor corrupción, manejada a dedo desde el ejecutivo. No es fácil la situación de Venezuela y es cierto que la oposición no es la mejor organizada, esperemos, como se decide la suerte pues como la serie de television veinticuatro horas, cada minuto cuenta.
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