A casi todo el mundo se le
olvida que el objetivo máximo de la vida es la felicidad. Seneca en el texto
“De la brevedad de la vida” profundizo
en el tema con un rigor antes no visto, abrevó para ello en los Diálogos Platónicos y
toda la filosofía Griega para tal efecto. El gran interrogante es saber cómo
las tecnologías de la información y el conocimiento contribuyen con nuestra
facilidad. El a priori lo constituye el hecho que hoy las TIC inciden absolutamente en todo lo que hacemos y
pensamos. Estas buscan facilitar la vida, desde sus plataformas resuelven
problemas y satisfacen necesidades individuales y sociales, transformando el
entorno y la naturaleza mediante la utilización racional, crítica y creativa de
recursos y conocimientos. Las TIC, son mucho más que productos
tangibles, son conocimiento, procesos que crean productos, desde la ingeniería
del saber que termina en experticia, con resultados prácticos en absolutamente todo lo que hacemos. Involucra siempre “logos”, es decir, responde al saber cómo
hacer, por ello está vinculada con la ciencia[1]. El proceso empieza por los programas, los artefactos,
los adminículos, las aplicaciones, las
estructuras y super-estructuras, que siempre implican agilizaciones a unas
velocidades en tiempo real inimaginables, en un mundo inter-conectado a una red infinita, una telaraña virtual, no hay centro, todos los puntos son equidistantes. A ello se suma que nada es
constante, todos los días el descubrimiento, la innovación y la invención
modifican tales procesos, las aplicaciones nuevas en el celular son el pan de
cada día, el cambio es lo único tangible,
el saber se convierte paradójicamente en pasado, siempre somos
anacrónicos.
Las tecnologías siempre son
inclusivas, ya no son una opción, cada vez nuestras prácticas más simples parten
de ellas. Los planteamientos de
Heidegger sobre la técnica son muy lúcidos y me ayudaran a dilucidar los
aspectos más delicados del tema con respecto al desarrollo humano, al componente
mental: “La técnica es una actividad humana básica, una herramienta que el ser
humano ha empleado desde sus orígenes para satisfacer sus necesidades y su adaptación
a la naturaleza y al entorno que le rodea. Hablar de técnica supone vincularla
al hombre, como algo connatural al mismo, a su mundo y al medio en el que vive.
Algo muy diferente será la tecnología, a través de la cual se modifica la
naturaleza original del objeto al aplicar la ciencia a la técnica, deviniendo
así un constructo artificial que ha requerido, y sigue haciéndolo, de numerosas
interpretaciones y reflexiones a lo largo del último siglo”. Eso que llama constructo artificial, ese
elemento se ha convertido en un aditamento esencial, hoy, interviene en todo lo que hace el
hombre, la pregunta sería, hasta dónde termina configurarando la estructura
mental del sujeto, su comportamiento, las TIC constituyen su mayor influencia desde cualquiera de los adminiculos conocidos, desde la
red, no solo procesa y entrega información sino que delinea
patrones de comportamientos, conductas, crea modelos,
arquetipos, los cuales los usuarios siguen literalmente, se vuelven factores determinantes en casi todo. El psicoanálisis como herramienta nos permitiría descifrar como actúan las TIC como factor
determinante en el
carácter y la personalidad de una persona, hasta donde llega su influencia en aspectos tan vitales para el ser y la sociedad como su personalidad, al final, no será difícil categorizar que somos seres manipulados,
armados desde afuera, prefigurados, la paradoja, nadie sabe de dónde viene la
información, ni quien la maneja…….estos son interrogantes que no se exponen por
prurito, pienso que deben resolverse, pues este afuera, la información ya no
tiene punto fijo, se irradia de todas partes y es exponencial.
Ayer se nos fue un gran
pensador de la sociedad de suma importancia. Hablo de Alvin Tollfer, leí “El shock del futuro” estando muy joven y
pienso que aún debería leerse. Pocos saben que este pensador fue un filósofo,
sus libros, de una precocidad absoluta fueron un paradigma y representaron toda
una revolución, su óptica puso a pensar al mundo. Habló del cambio en un
momento en que pocos avizoraban esta matriz, haciendo énfasis en que la
única realidad para la sociedad sería precisamente el
cambio. Recuerdo frases como la sociedad del uso y el des-uso. Así empieza este
texto de los años 70, imaginen su impacto para entonces: ““millones de personas normales se
enfrentarán a una abrupta colisión con el futuro. Muchos ciudadanos de las
naciones más ricas y más avanzadas tecnológicamente encontrarán cada vez más
difícil seguir el paso de la constante demanda de cambios que caracteriza
nuestra época. Para ellos, el futuro habrá llegado demasiado pronto”. Predijo
el mundo global, las TIC, expresó que nada perduraría, todo será obsoleto, úselo
y bótelo.
Algunas frases de este
excelente pensador:
1.
El conocimiento es la fuente más democrática
de poder.
2.
Formular la pregunta correcta es más
importante que dar la respuesta correcta a una pregunta equivocada.
3.
Tienes que pensar en cosas grandes mientras
estés haciendo cosas pequeñas, de modo que todas las pequeñas cosas vayan en la
misma dirección.
4.
Hay que clausurar las escuelas.
5.
El futuro será para aquellos que desarrollen
habilidades o técnicas de pensamiento crítico.
6.
La sociedad necesita todo tipos de
habilidades que no son cognitivas, son emocionales, son afectivas. No podemos
montar la sociedad sobre datos.
7.
Los analfabetos del siglo XXI no serán
aquellos que no sepan leer o escribir, sino aquellos que no puedan aprender,
desaprender y reaprender.
Esto hablaba en los años
setenta este pensador en la introducción del “El shock del futuro” :
“Este libro trata de lo que
le pasa a la gente que se siente abrumada por el cambio. Trata del modo en que
nos adaptamos —o dejamos de adaptarnos— al futuro. Mucho se ha escrito sobre el
futuro. Sin embargo, la mayoría de los libros sobre el mundo venidero tienen un
áspero sonido metálico. Estas páginas, por el contrario, se ocupan de la cara
«suave» o humana del mañana. Más aún: se ocupan de los pasos que hemos de dar
para poder alcanzar el mañana. Tratan de materias corrientes y cotidianas: los
productos que compramos y los que rechazamos, los sitios que dejamos atrás, las
corporaciones en que vivimos, las personas que pasan, cada vez más de prisa, por
nuestras vidas. Sondean el futuro de la amistad y de la vida de familia.
Investigan extrañas y nuevas subculturas y estilos de vida, junto con una serie
de temas diversos, desde la política y los campos de deportes hasta los vuelos
espaciales y el sexo.
Lo que les sirve de lazo de
unión —en el Libro, como en la vida— es la estrepitosa corriente del cambio,
una corriente hoy tan poderosa que derriba instituciones, trastorna nuestros
valores y arranca nuestras raíces. El cambio es el fenómeno por medio del cual
el futuro invade nuestras vidas, y conviene observarlo atentamente, no sólo con
las amplias perspectivas de la Historia, sino desde el ventajoso punto de vista
de los individuos que viven, respiran y lo experimentan”.
[1] National
Research Council (Consejo de Investigación Nacional), es una entidad auspiciada
por las academias de Ciencias, de
Ingeniería y de Medicina de los Estados Unidos. Esta organización de carácter
académico, busca influir en las decisiones de política pública vinculadas con
la adquisición y divulgación de conocimientos relacionados con la ciencia, la
ingeniería, la tecnología y la salud, que tengan impacto en el mejoramiento de
la calidad de vida de las personas, no sólo en los Estados Unidos, sino en todo
el mundo. En el trabajo que realiza este Consejo participan voluntariamente más
de 6.000 científicos, ingenieros y otros profesionales del más alto nivel.
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