Por
fuera de la academia, de ciertos biógrafos comnotados, de algunos historiadores, de la generación idealista y llena de sueños que vivimos las reverberaciones del 60
del siglo pasado, quienes afincamos todo la fe en el proceso revolucionario,
los que mirábamos lo sucedido en Cuba como ejemplo a seguir, hoy frustrada y
desencantada, muy pocas personas conocen a Camilo Torres, menos sus contribuciones:
Fue uno de los forjadores de la creación de la facultad de sociología en la
Universidad nacional, sus textos escritos en medio de muchas luchas sociales,
de una hondura y rigor excepcional constituyeron una apertura al
estudios científicos sobre la sociedad, desarrollo y pobreza desde una perspectiva política, tenía una obsesión por estos
temas; centró su compromiso pastoral a la ayuda de la comunidad y con un
sentido político absoluto.
JORGE CAMILO TORRES RESTREPO nació en Bogotá el 3 de febrero de 1929, del matrimonio formado por Calixto Torres Umaña, pediatra, e Isabel Restrepo Gaviria, viuda de Westendorp. Tan solo vivió 37 años. Su familia no era adinerada, pero pertenecía a la flor innata de la sociedad capitalina. Su biografía es un encanto, fue un burgués que desatendió su clase y desde muy joven, como un predestinado, fue una especie de rebelde sin causa, la relación con su madre está llena de sobresaltos y encuentros contrariados, aún así siempre estuvo cerca a su hijo y sería imposible hablar del cura Camilo sin tenerla en cuenta. “Camilo en 1947 entró
a la facultad de derecho de la Universidad Nacional, entonces se relacionó con
los dominicos Blanchet y Nielly quienes pregonaban un cristianismo social. Se
ordenó sacerdote en 1954 y se matriculó en la Universidad Católica de Lovaina
en la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas donde obtuvo su licenciatura en
sociología (1958). Se vinculó a las experiencias proletarias de los mineros
belgas y a las corrientes renovadoras católicas pero también al fuerte ambiente
tercer mundista, especialmente el de la liberación de Argelia y de Cuba, de la
mano de su amiga Guitemie Oliviéri. Se especializó en la Facultad de Sociología
de la Universidad de Minnesota en Sociología Urbana y del Trabajo en calidad de
Honorary Fellow. Su tesis de grado en Lovaina sobre “La Proletarización de
Bogotá” (1961) introduce la combinación de análisis cuantitativos y
cualitativos con un sorprendente acervo documental. Constituye el primer
estudio moderno de sociología urbana”[1]. Su muerte ocurrió de manera absurda el 15 de febrero de 1966, en un combate entre el ELN, grupo guerrillero y el ejército, exactamente la quinta brigada bajo el mando del General Álvaro Valencia Tovar. Su entrada a la guerrilla esta llena de misterio y aún no se dilucida a cabalidad. En todo caso nunca entendimos como a un hombre de su importancia, ya era un personaje nacional, se le obliga torpemente a estar en un combate sin haber nunca conocido los embates de la guerra, menos el manejo de un arma, nuestros comandantes guerrilleros fueron dogmáticos y crueles en este tipo de decisiones, fueron muchos los jóvenes valiosos que cayeron de esta manera en el fervor revolucionario de estos años, casi todos de la Universidad Industrial de Santander.
JORGE CAMILO TORRES RESTREPO nació en Bogotá el 3 de febrero de 1929, del matrimonio formado por Calixto Torres Umaña, pediatra, e Isabel Restrepo Gaviria, viuda de Westendorp. Tan solo vivió 37 años. Su familia no era adinerada, pero pertenecía a la flor innata de la sociedad capitalina. Su biografía es un encanto, fue un burgués que desatendió su clase y desde muy joven, como un predestinado, fue una especie de rebelde sin causa, la relación con su madre está llena de sobresaltos y encuentros contrariados, aún así siempre estuvo cerca a su hijo y sería imposible hablar del cura Camilo sin tenerla en cuenta.
Muchos de los testimonios, de quienes lo conocieron, recuerdan eso que Plinio
Apuleyo denomina en una crónica escrita para el periódico “El Tiempo” de
Bogotá, su vocación mística, su entrega a la cuestión social, su amor al
prójimo, lo que lo llevó al final a convertirse en cura, desde allí vio la
oportunidad de cumplir con su obsesión por remediar tanta injusticia, para esta
cerca de la gente.
En una
crónica aparecida en el periódico el Tiempo de Colombia a
propósito del aniversario de su muerte (15 de febrero de 1966), le
pregunta la periodista Myrian Bautista a Ramon Fayad Naffa, contemporáneo suyo,
¿ cuál fue la contribución de Camilo al país, este respondió con absoluta
puntualidad: Su tesis en Lovaina fue sobre el proletariado en Bogotá, la
creación del “Frente Unido”, la labor con las juntas de acción comunal a
quienes conectó con la universidad, su participación directa en el movimiento
estudiantil sobre todo en la Nacional de Bogotá, que en adelante participaría
en los grandes temas de la nación, comprometida con mucha firmeza. Su
preparación le daba a cada actividad un rigor excepcional, era un hombre con
una formación académica importante, abrevo en todo el movimiento intelectual
Europeo de la posguerra, en los grandes teóricos sociales, desde Marx hasta
Sartre sin descontar los teólogos, no es casual que fuera el mentor de la teología
de la liberación tan relevante para Latinoamérica y para la iglesia en general,
fue uno de los primeros que habló de los mecanismos de participación popular;
además fue decano de instituto de administración social de la ESAP, hizo parte
de la junta directiva del INCORA, capellán de la Universidad Nacional.
Camilo
tenía encanto, lo confirman infinidad de testimonios.
Uno de
los sucesos más interesantes de su vida es cuando decide hacerse cura. Gabo lo
cuenta magistralmente en una entrevista:
—¿En
qué año se encontró usted con Camilo Torres?
"Pues
en 1947. Y además recuerdo perfectamente la ida de Camilo al seminario.
Simplemente porque un día Camilo no fue a clase... Pregunté, "¿qué
pasó?", "pues que Camilo se metió a cura". Y al día siguiente
dijeron no: ‘¡Que la mamá lo agarró en la estación y se lo llevó a casa!".
Entonces yo me fui a ver a Camilo... Vivía algo como en la calle, era 20, 22,
algo así. Lo encontré en su biblioteca. Con una ruana. No me olvido: estaba con
una ruana. En una pequeña biblioteca que había en la casa de sus padres. A mí
me sorprendió mucho... Dos impresiones no tuve yo, habiendo tratado mucho a
Camilo: primero, que tuviera vocación religiosa. Y segundo, que tuviera
vocación política. Entonces yo llegué a su casa y le dije, "oye, Camilo,
¿qué pasó?" y me dijo, "hombre es en serio, es una vocación muy
antigua y muy seria". Recuerdo que me dijo una cosa: "el paso más
difícil que tenía que dar, era explicarle eso a la novia. Pero esto ya está
resuelto y... Mi madre me ha detenido, no ha querido que me vaya al seminario.
Pero esto es un hecho y no hay nada que hacer". Estaba repartiendo sus
libros entre sus amigos. A mí me dio "La Breve Historia del Mundo",
de H.G. Wells, una edición rústica, la única que existía en esa época en castellano.
Muy basta, sin pasta. Es una lástima que no conserve yo ese libro... Y estaba
muy convencido Camilo de su vocación. Y efectivamente fue cuestión de una
semana y logró convencer a su familia de que debía irse, y se fue”.
Su
historia es un recorrido por los años más agitados del siglo XX, entre 1929 y
1966, en este periodo quedó plasmada gran parte de nuestra historia y de los
males que aun nos quejan, como la violencia y el narcotráfico, la guerrilla y
la inequidad social. La universidad Nacional de Colombia publicó sus obras
completas, en otra columna hablare del tema, el deber de Colombia, es no
olvidar este hombre tan grande, recordarlo, discutir sus tesis y aportes.
[1] http://www.elespectador.com/noticias/nacional/camilo-torres-restrepo-y-sociologia-articulo-617037
No hay comentarios.:
Publicar un comentario