Nunca antes la elección del congreso había tenido tanta
importancia como las de hoy. El país está en un momento político, económico y
social trascendental no sólo por virtud de las negociaciones del gobierno con
la FARC en la Habana, sino por otros
temas y factores que se juegan políticamente en los actuales momentos, los
cuales tienen que ver con decisiones estructurales y programas que, de darse de acuerdo al contexto, de seguro le cambiaran la cara al país y mitigarían tanta
inequidad y violencia, que son el pan de cada día de los colombianos. La agenda y
los temas, los cuales están en pleno desarrollo son varios: las medidas y
políticas de estado que se deben tomar acordes con lo que sucede en el mundo
para solucionar el grave problema del narcotráfico; el gran momento de la minería
que no ha podido armonizar su potencialidad con las prioridades ambientales; la
inmensa inversión en infraestructura aprobada por el ejecutivo; la prioridad de
garantizar la participación política de los grupos minoritarios, el estatuto de
la oposición que no existe; los graves problemas de la capital de la república
frente a la crisis por la destitución ordenada por la procuraduría y el atraso
general de vastas zonas del país
inexplicable por demás.
El congreso que elegimos
hoy es de suma importancia. 2 mil 441 candidatos buscarán en las urnas un cupo
para el Congreso. Mil 605 de ellos van por la Cámara, 806 al Senado y 30 al
Parlamento Andino, además de la papeleta verde que elegirá candidato a la
presidencia. La campaña no se ha dado con la altura que esperábamos, las Tecnologías
de la información y el conocimiento han sido solo utilizada para la publicidad,
no para el debate abierto, menos para una divulgación seria, riguroso frente a la actual
situación. En materia de candidatos hay de todo como en botica.
Duros pulsos políticos se
definen hoy. “Los 12 millones de colombianos que en promedio concurrirán hoy a
las urnas para elegir a los nuevos miembros del Congreso de la República
decidirán por esa vía la configuración de un nuevo mapa político-electoral.
Santos y Uribe han polarizado a la opinión. Todo el mundo debate sobre el número
de curules que obtendrá cada uno. “Los resultados que el ex mandatario consiga
en las urnas en número de sillas congresionales no solo determinarán la
correlación de fuerzas en el Capitolio para el trámite de leyes y el control
político, sino que también podrían incidir en la elección presidencial”. La
guerra electoral se da entre dos varones: Álvaro Uribe y German Vargas Lleras. La
izquierda y las minorías se juegan su futuro. “Carlos Lemoine, del Centro
Nacional de Consultoría, asegura que “aunque todo hecho tiene repercusiones, la
contienda presidencial se resolverá más a partir de las virtudes propias de los
candidatos”, los partidos no han sido protagonistas, seguimos en un país
caudillista de sobremanera. Aun así el resultado de las urnas confirmará hoy
una nueva jerarquización de partidos. Un nuevo mapa político.
Estoy lejos de hacer pronósticos.
Respeto la decisión de no votar en blanco, creo que es perverso en las
parlamentarias, pues atenta contra el derecho de las minorías por aquello del
umbral. En todo caso es un derecho constitucional, sobra decir que respeto cual
decisión en este sentido.
Espero que se de en paz y
que las decisiones tomadas por los Colombianas sean las mejores.
1 comentario:
Estas elecciones demuestran una vez más cómo se divide la política en Colombia:
Actor 1: Centro Democrático (lista cerrada)que le dará alrededor de 5 senadores.
Actor 2: Partido de la U: Sin aspavientos, entrará arriba de 5 senadores. Idéntico pasará con los actores: 3 (Partido Conservador), 4 (Liberal), 5 (Cambio Radical); luego llegarán los minoristas que estarán cerca a 2 senadores cada uno.
Esto indica que no hay nungún ganador, así el Centro Democrático se lo endilgue.
Componendas futuras: Centro Democrático y parte del Partido Conservador más el Polo Democrático y otras minorías.
Reelección presidencial: Parte del Partido Conservador, el Partido de la U, el Partido Liberal, Cambio Radical y otras minorías.
Las elecciones presidenciales serán para alquilar balcón porque lo definirán las minorías, que era lo que se quería cuando proponíamos no votar en blanco.
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